martes, 21 de mayo de 2013

La regeneración de las salamandras inspira terapias en humanos



Investigadores del Instituto de Medicina Regenerativa de la Universidad de Monash, en Australia, han descubierto que cuando se eliminan sistemáticamente de las salamandras las células inmunes conocidas como macrófagos estos animales pierden su capacidad de regenerar una extremidad y en su lugar se forma tejido cicatrizal. Si se descubre cómo estos macrófagos contribuyen a la regeneración, a la larga podría conducir a terapias para ajustar el sistema inmunológico humano por un sendero más regenerativo.

Según detallan estos científicos en 'Proceedings of the National Academy of Sciences', los sistemas inmunológicos de las salamandras son clave por su notable capacidad para regenerar extremidades e incluso médula espinal, tejido cerebral y partes de su corazón.

El investigador principal, el doctor James Godwin, señala que estos hallazgos llevaron a los investigadores un paso más cerca de entender qué condiciones eran necesarias para la regeneración. "Antes, pensábamos que los macrófagos eran negativos para la regeneración y esta investigación demuestra que no es así: si los macrófagos no están presentes en las primeras etapas de recuperación, la regeneración no se produce", resume.

Las salamandras hacen frente a una lesión de una manera notable, cuyo resultado final es la restauración funcional completa de cualquier tejido, en cualquier parte del cuerpo, incluyendo los órganos. El tejido regenerado está libre de cicatriz y es casi una replica perfecta en el lugar de la lesión antes de producirse el daño.

Aparte de las posibles aplicaciones de este "santo grial", por ejemplo en sanar las lesiones cerebrales y la médula espinal, Godwin cree que el estudio de los procesos de curación de las salamandras podría conducir a nuevos tratamientos para una serie de condiciones comunes, tales como enfermedades del corazón y el hígado, que están vinculadas a la fibrosis o la cicatrización. Promover la curación sin cicatrices también mejoraría dramáticamente la recuperación de los pacientes después de la cirugía.

Hay indicios de que existe la capacidad de regeneración en una variedad de especies animales, pero, en la mayoría de casos, ha desaparecido por la evolución. "Algunas de estas vías de regeneración pueden darse aún. Podemos ser capaces de subir el volumen en algunos de estos procesos", dijo el doctor Godwin, quien señala que hay que saber primero exactamente cómo lo hacen las salamandras para usar esta ingeniería inversa en terapias humanas.

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