Más
de la mitad de los pacientes con artrosis, al menos entre el 60 y el 65 por
ciento, están poniendo en riesgo la buena evolución de su enfermedad al no
cumplir la adherencia al tratamiento, según ha alertado el doctor Julio Zarco,
médico de Atención Primaria y secretario del Observatorio de la Adherencia
Terapéutica.
La
artrosis es una de las enfermedades más prevalentes en España, donde afecta en
torno a cinco millones de personas --aproximadamente el 10% de la población--,
y es una de las afecciones que más recursos sanitarios consume, de ahí que sea
tan importante avanzar en su cumplimiento terapéutico, ha explicado a Europa Press
este experto.
Ante
todo, recuerda, hay que tener en cuenta que se habla sobre todo de pacientes
adultos que superan los 55 años, crónicos y, que en la mayoría de los casos,
están polimedicados, ya que se ven afectados por otras enfermedades, muchas
veces empeoradas por la artrosis. "El hecho de ser un paciente crónico y
polimedicado, significa que tiene que tener un control sobre muchas patologías
y, por tanto, tiene que tomar y controlar otros fármacos además de los de la
artrosis", advierte.
El
tratamiento y seguimiento de estos pacientes pluripatológicos con múltiple
medicación conlleva un difícil manejo porque "hay que controlar muchos
parámetros y tener una cumplimentación terapéutica muy amplia"; de media
estima que estos pacientes podrían tener un arsenal farmacológico para el
control de sus patologías que de media se podría contener entre 5 y 7 fármacos.
Estos
datos no dejan de ser estimativos, ya que como señala Zarco,
"desgraciadamente" aún en España no existe un control oficial ni del
cumplimiento ni de la adherencia a los tratamientos en la artrosis y asegura
que es necesario "investigar y desarrollar" conocimiento en esta área
para "saber en qué situación nos encontramos".
A
su juicio, es necesario trabajar sobre todo en la adherencia, ya que "no
se trata única y exclusivamente de la cumplimentación terapéutica -que
afectaría solo a que se tomen el tratamiento-; la adherencia es un término más
amplio, conlleva eso y más, es decir tener hábitos saludables, una nutrición adecuada,
hacer ejercicio, seguir las recomendaciones que médicos y enfermeros, etc".
No
obstante, todo parece indicar que la situación de los pacientes españoles es
extrapolable a la de los de países de nuestro entorno donde sí existe más
información al respecto, "así nos damos cuenta de que normalmente el sur
de Europa es menos cumplimentador que el norte; se observa que son posiblemente
más anárquicos al tomar los tratamientos, siguen menos las indicaciones de los
profesionales, y llevan una cumplimentación peor".
Asimismo,
destaca, el problema no se encuentra en el "amplio" arsenal
terapéutico para la artrosis, al contrario, explica que "la terapéutica no
es complicada ni tienen tremendos efectos secuandarios por tanto, no se debería
tener ningún problema a la hora de hablar de la buena cumplimentación del
tratamiento en artrosis".
UN
MAL CONTROL GENERA GASTO
Respecto
a los problemas que pueden ocasionar un mal control terapéutico de la
enfermedad, y sobre todo la no adherencia, Zarco destaca que desencadena muchos
más problemas. "Mayor frecuentación en las consultas y en urgencias y más
ingresos hospitalarios, más dolor, mas incapacidad funcional, y mayor
morbilidad como puede ser la rigidez, además de un aumento del índice de
facturas", señala.
Esto,
recuerda, tiene dos vertientes o consecuencias, por un lado la de la seguridad
del paciente y, por otro, de coste sociosanitario. "La de seguridad del
pacientes está clara, un mal control de la enfermedad provoca menos movilidad,
más encamamiento, y eso obviamente si son crónicos afecta al resto de
patologías como puede ser la obesidad, la diabetes, o cualquier riego
cardiovascular relacionado", destaca.
En
cuanto a los costes, añade, "mayor gasto por la frecuentación de
consultas, mayores efectos secundarios, mayor riesgo para los pacientes,
empeoramiento de resto de las patologías, etc, lógicamente conlleva mayores gasto
sanitarios".
"Este
problema hay que mirarlo siempre en esa doble dimensión", afirma Zarco,
quien apuesta por evitar la situación con una mayor acción pedagógica
educativa. En su opinión es la única vía para abordar este problema, y, para
ello, apuesta por el trabajo de otros interlocutores, más allá del médico.
PACIENTES
ENTRENADOS CONTRA EL INCUMPLIMIENTO
El
abordaje debe ir, por tanto, encaminado hacia la educación y, desde luego,
contar con que todos los profesionales relacionados con el paciente intervengan
de una manera coordinada.
"La
enfermería está muy cercana al paciente y tiene una gran capacidad de poder
llegar a él, es muy importante también el trabajo del farmacéutico",
además, destaca, son necesarias labores de acercamiento al enfermo, por ejemplo
a través de otros pacientes que puedan ser considerados expertos.
Se
trataría de grupos de pacientes expertos que, organizados a través de redes de
formador de formadores de pacientes con estas patologías, ayudarían a
"sensibilizar de la importancia que tiene que el paciente coja la rienda
de su propia salud y, lógicamente, pueda controlar la enfermedad".
Estos
grupos, "cada vez más de moda", presentan pacientes entrenados en lo
que es información y manejo de su patología y del autocuidado de la salud y,
observa, "tienen una buena eficacia y eficiencia".
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