Las
personas con diabetes tipo 2 que consumen una dieta alta en sal presentan el
doble de riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular que aquellas que
ingieren menos de sodio, según alerta un nuevo estudio publicado en 'Journal of
Clinical Endocrinology & Metabolism'. La diabetes se produce cuando hay un
exceso de azúcar en la sangre y las personas desarrollan esta condición cuando
sus cuerpos se vuelven resistentes a la hormona insulina, que lleva el azúcar
de la sangre a las células.
Según
los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus
siglas en inglés) de Estados Unidos, alrededor de 29,1 millones de
estadounidenses tienen alguna forma de diabetes, una población que se encuentra
en riesgo de enfermedad cardiaca. Entre 2003 y 2006, las tasas de mortalidad
por enfermedades cardiovasculares fueron aproximadamente 1,7 veces mayores
entre los adultos diagnosticados con diabetes que en los que no lo estaban,
según el 'Informe Nacional de Estadística de la Diabetes 2014' de los CDC.
"Los
resultados del estudio proporcionan evidencias científicas claras que apoyan
las dietas bajas en sodio para reducir la tasa de enfermedades del corazón en
las personas con diabetes", sentencia el autor del trabajo, Chika
Horikawa, de la Universidad de la Prefectura de Niigata, en Niigata, Japón.
"Aunque muchas directrices recomiendan que las personas con diabetes
reduzcan su consumo de sal para disminuir el riesgo de complicaciones, este
trabajo es uno de los primeros grandes estudios longitudinales que demuestra
los beneficios de una dieta baja en sodio en esta población", subraya.
Los
participantes de la cohorte de estudio de todo el país encuestados en el
'Estudio de Japón sobre Complicaciones de la Diabetes', que tenían entre 40 y
70 años y habían sido diagnosticados con la patología, fueron localizados en
los 59 centros ambulatorios y universidades de todo Japón. Un total de 1.588
personas respondieron a una encuesta sobre sus dietas, incluyendo la ingesta de
sodio, y los científicos revisaron los datos sobre las complicaciones
cardiovasculares que experimentaron los participantes a lo largo de ocho años.
Los
investigadores dividieron a los pacientes en cuatro grupos en función de su
consumo de sodio y detectaron que los que consumían una media de 5,9 gramos de
sodio al día presentaban el doble de riesgo de desarrollar enfermedad
cardiovascular que los que comían, en promedio, 2,8 gramos de sal diarios. Los
efectos de una dieta alta en sodio se agravan por un mal control de azúcar en
la sangre.
"Reducir
el riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular es importante para que las
personas que tienen diabetes tipo 2 mejoren el control de azúcar en sangre,
además de vigilar su dieta", aconseja Horikawa. "Nuestros hallazgos
demuestran que la restricción de sal en la dieta podría ayudar a prevenir las
complicaciones peligrosas de la diabetes", concluye.
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