Tras
el parto, la mujer experimenta muchos cambios, tanto físicos como emocionales,
que pueden hacerla trastabillar. Por un lado, ve cómo se le ha debilitado la
musculatura abdominal, se han expandido sus órganos sexuales y ha aumentado la
distancia entre los rectos y el abdomen (la llamada diástesis). Por otro, es
frecuente sufrir problemas de incontinencia urinaria o vascular en la circulación
de retorno o, incluso, dolores de espalda. Para atajar estos cambios de forma
eficaz y segura surgió en los años 80 el método hipopresivo.
Fue
el doctor en Ciencias de la Motricidad y Readaptación, Marcel Caufriez, quien
desarrolló esta técnica. Este médico de origen belga observó que tras el parto
la llamada faja abdominal que protege y sostiene los órganos se destensa y
resulta complicado volver a tonificarla. Aún más, detectó que los abdominales
convencionales, el método más usado por las parturientas para recuperar su
figura, suponía un riesgo muy elevado. Así que desarrolló una serie de
ejercicios, posturas y acciones que permiten tonificar la musculatura abdominal
sin acarrear ningún riesgo colateral.
Aspiración
diafragmática
El
método hipopresivo se ejecuta a través de una serie de ejercicios basados en la
respiración diafragmática y en posiciones que contraen la faja muscular.
Durante el tratamiento, el terapeuta muestra la técnica al paciente para que
después pueda participar en sesiones de grupo o, incluso, seguir practicando
por su cuenta desde casa. Al tensar las fibras abdominales, se tonifica el
suelo pélvico y, en paralelo, se logra una reducción de cintura de entre cuatro
y 10 centímetros, después de dos meses de práctica.
Aprender
la técnica no es tarea sencilla. “Son posturas que se deben ejecutar con un
ritmo determinado y que se hacen con un déficit de oxígeno, de modo que no son
agradables”. Lo dice el formador y entrenador personal Nestor Serra, el
responsable de ampliar el horizonte del método hipopresivo y trasladarlo, de la
mano de Caufriez, al terreno del fitness. A renglón seguido tranquiliza: “Sí es
agradable la sensación que te queda después”. Serra justifica que cuando el
cuerpo tiene déficit de oxígeno, acumula más CO2 en sangre y más relajado está
el diafragma porque se disminuye la presión sobre él.
Cuándo
y cómo (no) realizarlo
Deben
pasar al menos tres meses desde el parto hasta que se inicia la actividad que
es, aproximadamente, el tiempo que necesita el útero para volver al tamaño que
tenía antes del parto. En este caso, ser autodidacta, echar mano e tutoriales
de Youtube para realizar los ejercicios en casa no sólo no es recomendable,
sino que puede ser perjudicial. “La gimnasia hipopresiva no es sencilla de
realizar”, reconoce Serra.
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