La
práctica habitual de actividad física y mantener el equilibrio energético entre
lo que comemos y lo que gastamos resulta determinante para prevenir problemas
de sobrepeso y obesidad. Junto a ello, la vinculación de la hidratación con la
nutrición es hoy objeto de gran interés no solo por parte de los expertos, sino
también de la población general, preocupada cada vez más por su salud alimentaria
y por una relación nutricional más adecuada y correcta con su entorno. Estos
son algunos de los aspectos que se están abordando en el Curso de Verano de la
Universidad Complutense de Madrid “Guías Alimentarias, estilos de vida
saludables y promoción de la salud”, que cuenta con el patrocinio de Coca-Cola
y que se desarrolla estos días en El Escorial (Madrid).
Según
Javier Aranceta, Director del Curso de Verano y Profesor de la Universidad de
Navarra, «en los últimos veinte años los españoles hemos reducido nuestra
ingesta en unas 300 calorías diarias, pero también gastamos 800 calorías menos
que hace dos décadas, lo que provoca un balance energético desequilibrado».
Para
este experto, que junto al resto de profesionales que integra la Sociedad Española
de Nutrición Comunitaria se encuentra trabajando en la revisión de las actuales
guías alimentarias y el desarrollo de unas recomendaciones nutricionales más
acordes a la población y estilos de vida actuales. «Debemos traducir a nivel
poblacional los objetivos nutricionales más científicos. Nuestra finalidad es
que esas recomendaciones lleguen al plato, en un entorno en el que los hemos
perdido el instinto de saber la cantidad de alimentos que debemos comer».
Guías
2015
A
este respecto, Aranceta subraya que «la actividad física y el balance energético
cobrarán más importancia en las nuevas guías de alimentación. Movernos más es
una de las asignaturas pendientes de buena parte de la población en España.
Junto a la práctica de actividad física, mantener una alimentación variada y
equilibrada serán las claves de las nuevas guias alimentarias de 2015»,
concluye.
Por
su parte Carmen Pérez Rodrigo, Presidenta de la Sociedad Española de Nutrición
Comunitaria (SENC), y otra de las participantes del curso, «en la prevención y
lucha contra el sobrepeso y la obesidad se deben tener en cuenta todos los
factores que influyen en su desarrollo, a través de un planteamiento amplio que
centre los esfuerzos en la promoción de la actividad física, la educación en
nutrición y hábitos de vida saludables, la dotación a la población de
infraestructuras necesarias y favorecer oportunidades para desarrollar estilos
de vida más saludables».
El
agua como nutriente
Por
último, durante el desarrollo del curso de verano se abordó la importancia del
agua como nutriente, ya que se trata de un elemento esencial para la mayoría de
los procesos fisiológicos. Asimismo, muestro organismo no almacena el agua, por
lo que la cantidad que perdemos diariamente debe restituirse mediante la
ingesta de agua y otros líquidos, y alimentos con un alto contenido en agua, de
forma periódica y rutinaria.
En
este sentido, mantener una correcta hidratación es especialmente relevante
cuando se realizan tareas intelectuales o que requieran la atención y estado de
alerta de las personas. Así, una deficiencia del 1% del peso corporal se ha
relacionado con disminución del rendimiento físico, mientras que una
deshidratación del 2% puede afectar ya al rendimiento intelectual.
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