jueves, 15 de septiembre de 2011

Cada año hay 6.000 casos nuevos de linfoma en España


Cada año se diagnostican en el mundo 350.000 nuevos casos de linfoma, un tipo de cáncer que afecta al sistema linfático y cuya incidencia está aumentando anualmente en la mayoría de los países desarrollados. A pesar de dicho incremento (en España, cada año se diagnostican en torno a 6.000 nuevos casos), muchas personas todavía no conocen este tipo de cáncer.
Apenas el 5% de la población sabe qué es un linfoma y puede, por tanto, reconocer sus síntomas, según la Asociación Linfoma, Mieloma y Leucemia (AEAL), que destaca la importancia de conocer las características de este cáncer para poder detectarlo precozmente.
Informar y concienciar sobre el linfoma es el objetivo de la campaña «Podría ser Linfoma, Infórmate» que se celebra con motivo del Día Mundial del Linfoma, que se celebra hoy 15 de septiembre. Barragán considera clave que la población conozca la existencia de este cáncer, que no puede prevenirse y ante cuyos síntomas, que pueden confundirse con los de otras enfermedades menos serias, se debe acudir al médico de inmediato, pues si no recibe tratamiento temprano el paciente puede morir en un breve periodo de tiempo.

Los síntomas de un linfoma son muy variados y pueden ser parecidos a los de otras enfermedades pasajeras, como gripe o mononucleosis. Es importante realizar las pruebas necesarias para tener un diagnóstico correcto y para que el paciente pueda recibir el tratamiento más adecuado.
Tumor olvidado
El linfoma es uno de los tumores a los que menos atención se ha prestado en la Estrategia Nacional contra el Cáncer del Sistema Nacional de Salud (SNS), denuncian desde AEAL. Sin embargo, para salvar vidas en el caso de esta enfermedad, es vital que el médico de Atención Primaria esté atento a sus síntomas y que exista una buena coordinación entre todos los niveles asistenciales.
En este sentido, María Fernández, de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), afirma que «desde el primer nivel de atención, el médico de Familia, se encuentra en la mejor de las posiciones dentro para realizar seguimiento de los síntomas que puede hacer sospechar de la existencia de un linfoma con el fin de llevar a cabo un diagnóstico lo más precoz posible, lo cual mejoraría el pronóstico y el tratamiento».
Los afectados demandan información de calidad, mejorar la coordinación entre los profesionales implicados en el diagnóstico y manejo del linfoma, atención multidisciplinar, mayor implicación del afectado en el proceso terapéutico, estandarizar la atención psico-oncológica, etc.

De igual a igual
Y muchas de las respuestas sólo las encontramos, dice Víctor Rodríguez, en las asociaciones de pacientes, «cuando hablamos con una persona que tiene o ha tenido lo mismo que nosotros». A Víctor le diagnosticaron un linfoma con 34 años. Después de muchos meses de dolor, pensé que era una lesión por hacer deporte. El dolor empezó poquito: a los 8 o 9 meses del primer dolor, fui a urgencias, porque tenía fiebre, anemia, sudoración, y a partir de ahí ingrese en urgencias y me diagnosticaron en julio de 2009».
«Cuando me lo dijeron no sabía ni lo que era; la palabra linfoma lo relacioné con un bulto, con un grano... no sabía muy bien. Cuando me dijeron que era un tumor en la sangre, parecido a una leucemia, te asustas...». Para Víctor fue importante, y ahora lo sigue siendo, recibir información clara y veraz sobre el linfoma. Lo primero que intentas es encontrar alguien que esté vivo, con la misma enfermedad que tienes para que te cuente cuál es el proceso de los tratamientos». Por eso Víctor colabora con AEAL.
Información al Público
La campaña de AEAL, cuyo principal objetivo es dar a conocer la existencia de este tipo de cáncer y la importancia de conocer sus síntomas para poder identificar la enfermedad lo antes posible, contará con más de 50 puntos de información repartidos por toda España. Esta misma iniciativa se llevará a cabo en el Senado el próximo 20 de septiembre.

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