viernes, 30 de septiembre de 2011

El sueño en los adolescentes determina su capacidad física


El refrán «al que madruga Dios le ayuda» parece ser cierto, según un estudio que se publica en la revista Sleep y que sugiere que, tras analizar un grupo de jóvenes, que el hecho de madrugar y levantarse más temprano mejora la capacidad física de las personas, además de mantenerse más delgados.
La investigación registró la hora de acostarse y la de levantarse de 2.200 personas residentes en Australia, de 9 a 16 años, y comparó su peso y su hábitos de tiempo libre durante cuatro días. Los niños que se acostaban tarde y se levantaban tarde tenían 1,5 veces más probabilidades de ser obesos que aquellos que se iban a la cama temprano y se levantaban temprano. Además, el trabajo reflejaba que los primeros tenían casi el doble de probabilidades de ser físicamente inactivos por las tardes y una probabilidad de 2,9 veces mayor a pasarse la tarde delante del televisor o el ordenador o jugando a videojuegos.
Variables de salud
«Ambos grupos dormían casi el mismo periodo de tiempo», explica Carol Maher, de la Universidad del Sur de Australia. Desde hace tiempo se sospecha que los niños que duermen menos tienden a estar peor en una variedad de variables de salud, incluyendo el riesgo de sobrepeso y obesidad. «Nuestro estudio sugiere que el tiempo de sueño es todavía más importante».
Maher afirma que las mañanas son más propicias para la actividad física que las noches. «Los patrones de sueño de los adolescentes son diferentes a los de los niños y adultos, y es normal que los adolescentes permanezcan despiertos hasta muy tarde y que se levanten también tarde», afirma Maher. Estos datos muestran que este patrón de sueño se asocia con patrones de actividad y resultados desfavorables de salud.

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