lunes, 5 de septiembre de 2011

Cada año, el 40% de los europeos sufre algún tipo de trastorno mental


Los trastornos mentales se han convertido en el mayor reto de salud en Europa para el siglo XXI. De acuerdo con los datos que se presentan hoy en la reunión anual del Colegio Europeo de Neuropsicofarmacología, casi el 40% de los europeos sufre cada año de algún tipo de trastorno y éstos afectan tanto a niños como a adultos. Además, otro dato muy relevante es que la mayoría de los trastornos mentales no reciben tratamiento.
El informe ha recogido datos de 30 países, los que conforma la Unión Europea (UE) más Suiza, Islandia y Noruega, durante tres años; en total, es una población de de 514 millones de personas. Se ha contemplado no sólo los trastornos mentales, sino también algunas enfermedades neurológicas. La población analizada va desde los niños y adolescentes (2-17 años), los adultos (18-65 años), y los ancianos (65 años)
Conclusiones
Las principales conclusiones del estudio presentado hoy en París son:
- Cada año, el 38,2% de la población de la UE -164 800 000 personas- sufre de algún tipo de trastorno mental.
- Los trastornos mentales son frecuentes en todos los grupos de edad y afectan a los niños, así como los ancianos
- Los más frecuentes son los trastornos de ansiedad (14%), insomnio (7%), depresión mayor (6,9%), trastornos somatomorfos (6,3%), dependencia del alcohol y las drogas (> 4%), déficit de atención y hiperactividad (TDAH , 5% en los jóvenes), y demencia (1% entre los de 60-65 años, 30% entre los mayores de 85 y más).
- Las pocas personas tratadas lo hacen con un retraso medios de varios años y rara vez es la terapia más adecuada.
- Además, muchos millones de europeos padecen además trastornos neurológicos como ictus, enfermedad de Parkinson o la esclerosis múltiple.
- Los trastornos cerebrales,son el mayor contribuyente a la carga de morbilidad total de la UE, ya que representan el 26,6% de la carga total de enfermedad,.
- Los cuatro más enfermedades más discpacitantes, en términos calidad de vida ajusta, son la depresión, demencias, consumo de alcohol y los accidentes cerebrovasculares.
El informe concluye que «se precisa una acción coordinada a todos los niveles, incluida la financiación de la investigación básica y clínica, así como la investigación en salud pública con el fin de identificar las mejores estrategias para mejorar la prevención y el tratamiento de los trastornos del cerebro como el reto central de la salud europea para el siglo 21».
Diagnóstico tardío
El autor principal del informe Wittchen Hans-Ulrich, reconoce que «para hacer frente a este desafío tenemos que abordar dos cuestiones de alta prioridad. En primer lugar, se debe cerrar la brecha que hay en cuanto al tratamiento de los trastornos mentales. El impacto de los trastornos mentales, debido a que el diagnóstico suele se tardío, es cada ves mayor». Además, añade este experto, «tenemos que tener en cuenta que los trastornos mentales y neurológicos comparten mecanismos comunes y tienen efectos recíprocos el uno del otro. Sólo un planteamiento conjunto de ambas disciplinas, que abarque todo el espectro de los trastornos del cerebro, conducirá a una mejor comprensión de las causas y permitirá ofrecer mejores tratamientos».
Futuro poco prometedor
Sin embargo el futuro no parece muy prometedor. Según se ha señalado en la reunión de París, una de las preocupaciones de los expertos es el repentino abandono por parte de las principales compañías farmacéuticas en la investigación sobre trastornos mentales y enfermedades del cerebro en Europa, junto con los ya bajos niveles de financiación por parte de la Unión Europea. De acuerdo con las conclusiones de un informe elaborado a partir de un reunión celebrada en marzo de 2011 y presentado en este foro, «la retirada de fondos para la investigación en nuevas moléculas para trastornos mentales y neuropsiquiátricos es la retirada de esperanza para los pacientes y sus familias». En él se solicita que se tomen medidas urgentes para hacer frente al reto europeo de asistencia sanitaria más importante del siglo XXI.

El documento identifica los principales retos:
Mayor tiempo de desarrollo que para otros tratamientos -13 años de media para los medicamentos neuropsiquiátricos.
Mayores tasas de fracaso, a menudo ya adentrados en el ciclo de desarrollo, incurriendo en una pérdida financiera (aún) mayor.
Aumento de las dificultades en la concesión de licencias, con sólo un nuevo antidepresivo - Agomelatina - con licencia en Europa en los últimos diez años, frente a los 10 nuevos antiepilépticos.
Aumento del riesgos de litigios, ya que los efectos adversos de un tratamiento son cada vez más perseguidos por los tribunales .
Insuficiencias constantes en la ciencia que respalda el descubrimiento de fármacos neuropsiquiátricos y la falta de biomarcadores seguros para la mayoría de los trastornos neuropsiquiátricos.
Exceso de perjuicios con respecto a enfermedades mentales y a la sospecha de tratamientos neuropsiquiátricos, lo que lleva a una mayor falta de voluntad de los sistemas de asistencia sanitaria a pagar por ellos.
El informe recomienda que se adopten medidas urgentes en campos como la inversión, la mejora en la investigación, la revisión del proceso regulador para fomentar más y mejores estudios en psiquiatría y el trabajo con organizaciones de pacientes abordando la estigmatización, el proceso de medida de los resultados y fuentes alternativas de financiación.
Poca financiación
El coorganizador de la reunión anual del Colegio Europeo de Neuropsicofarmacología, David Nutt señala que « la financiación a la investigación desde la Unión Europea ha sido siempre muy baja, y, además, cada vez más las grandes farmacéuticas ven la investigación en fármacos neuropsiquiátricos como económicamente no viable».
Cada año alrededor de un tercio de la población de la Unión Europea sufre de uno o más trastornos mentales o neurológicos. Las pocas opciones de tratamiento en la actualidad han dado lugar a trastornos muy frecuentes como la depresión, la demencia y la adicción, que ahora representan el 35% de la tasa total de enfermedades de Europa - superior al cáncer o enfermedades del corazón. El coste económico en la Unión Europea, impulsado sobre todo por los problemas específicos de cada enfermedad y por discapacidad prematura, se estima en unos 386 mil millones de euros al año (en 2005), superando con creces el coste de cualquier otra enfermedad. El coste humano, en términos de incapacidad laboral relacionados con estas enfermedades, fracaso social y muerte prematura, es igualmente alto. Dado que la población europea sigue envejeciendo, estos costes se intensificarán aún más. El reto europeo más importante del siglo XXI en la asistencia sanitaria es abordar estas cuestiones a través de una mejora en la prevención, intervención y rehabilitación de estas enfermedades.
Para Celso Arango, del Hospital Gregorio Marañón de Madrid y Director Científico del Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (CIBERSAM) es necesario fomentar la investigación pública a nivel europeo en la búsqueda de biomarcadores y nuevos mecanismos de acción para el desarrollo de moléculas dirigidas al tratamiento de las patologías más prevalentes y discapacitantes que sufre la sociedad europea, las enfermedades psiquiátricas. En este sentido, el Director Ejecutivo del Consejo Europeo del Cerebro, Alastair Benbow, considera que «el informe pone de relieve la gravedad de la falta de financiación en Europa en el descubrimiento de fármacos neuropsiquiátricos. Si no se toman medidas ahora, como recomienda el informe, que estimulen la investigación y la inversión en los sectores público y privado, este área de investigación podría sufrir daños permanentes. Las consecuencias de todo esto a largo plazo para la salud mental serán necesariamente negativas».
La enfermedad mental en cifras

Se estima, de forma conservadora, que cada año casi 80 millones de europeos (el 27% de la población de la Unión Europea) se ven afectados por trastornos del cerebro.
Las enfermedades del cerebro y sistema nervioso central constituyen el 35% de la tasa total de enfermedades en Europa. En toda Europa, se pierde el 23% de los años de vida sana debido a enfermedades del cerebro y el 50% de los años de vida por discapacidad (APD) - teniendo un coste total de unos 386 mil millones de euros anuales.
Sólo el 8% (465 millones de euros) del total del presupuesto de investigación para asistencia sanitaria del 7º Programa Marco de la Unión Europea (6.050 millones de euros), ha sido invertido en la investigación sobre las causas y el tratamiento de los trastornos del cerebro.
Las neurociencias son uno de los mayores éxitos científicos de Europa y han hecho muchas contribuciones de restructuración al conocimiento humano del cerebro y al tratamiento de sus trastornos.

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