Por
primera vez en el mundo, un equipo del Melbourne IVF and the Royal Women's
Hospital han logrado que una mujer quede embarazada utilizando tejido ovárico
injertado en su abdomen. Vali, que así se llama la madre, tuvo que congelar los
tejidos hace siete años cuando tuvo que extirparse el segundo ovario como
consecuencia de un tratamiento para el cáncer. Ahora, con 25 semanas de embarazo,
los investigadores australianos han dado a conocer la noticia.
«Son
dos niñas y estamos muy emocionadas, aunque un poco asustados» ha dicho Vali.
Siete
meses después de que el injerto se colocara en su pared abdominal, los
investigadores lograron que se desarrollaran dos folículos gracias un ciclo
suave de tratamiento hormonal de fertilización in vitro. A continuación, los médicos
recuperaron los ovocitos y se transfirieron al útero.
«Las
pruebas mediante técnicas de ultrasonido han demostrado que el embarazo gemelar
se está llevando a cabo con normalidad», señaló Kate Stern, del citado centro
australiano. Aunque ya se han producido 29 nacimientos en todo el mundo se han
mediante el injerto de tejido ovárico en la pelvis, este es el primer embarazo
que se obtiene a través de un injerto en otras partes del cuerpo.
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