jueves, 19 de septiembre de 2013

El cribado evita un 40% de muertes por cáncer colorrectal



Tanto la colonoscopia como el análisis de sangre oculta en heces son eficaces en la prevención del cáncer de colon, pero todavía no existe ningún estudio que los haya comparado. Hasta ahora... «Nadie puede decir hoy día si una prueba es superior, pero si hablamos desde un punto de vista de abordaje poblacional, el análisis de sangre es superior», afirma Antoni Castells, del Hospital Clinico de Barcelona, y coordinador del primer estudio que compara ambas técnicas diagnósticas cuyos resultados definitivos no se conocerán hasta dentro de 9 años.

No piensa exactamente lo mismo Juan Jesús Cruz, Presidente de la Sociedad de Oncología Médica (SEOM): «La colonoscopia es la más eficaz, pero también tiene sus riesgos». Así lo demuestra una investigación que publica hoy The New England Journal of Medicine que ha analizado los datos de 88.902 personas a los que se ha preguntado si se había hecho una colonoscopia o una sigmoidoscopia -otra técnica diagnóstica- durante un periodo de 10 años. Los resultados, explica el autor del trabajo Shuji Ogino, de la Escuela de Salud Pública de Harvard, mostraron que «la colonoscopia cada 10 años podría prevenir el 40% de los tumores de colon».

30 años

Otro estudio, que también publica New England, confirma la eficacia de la prueba de sangre oculta. Este ensayo clínico ha seguido a casi 47.000 personas, de entre 50 y 80 años durante 30 años. Los participantes se dividieron en tres grupos: los que no se sometieron a ningún control, los que se hicieron un anális de sangre en heces cada 2 años y los que se lo hicieron cada 1 años. Sus resultados muestran que el hecho de hacerse los test reduce la mortalidad por cáncer de colon en cifras casi similares a la colonoscopia.

El debate sigue abierto, al menos en EE.UU. donde aunque las recomendaciones establecen el uso de la colonoscopia cada 10 años, en los últimos años, debido al cambio de modelo sanitario y a la crisis económica, se está apostando por el modelo europeo, que prefiere los análisis de sangre que son mucho más baratos: de 200 euros o 1000 dólares a 2 euros.

El caso de España

En España, explica Ana Pastor, de la Alianza para la Prevención del Cáncer de Colon, algunas comunidades autónomas -Cataluña, Valencia, Murcia, Canarias, País Vasco, Cantabria, La Rioja, Castilla y León, Extremadura, Navarra, Galicia y Aragón- tienen un programa de cribado con el análisis de sangre en heces, en otras como Castilla y León se va a iniciar este mes, pero en otras cinco -Andalucía, Asturias, Baleares, Madrid y Castilla-La Mancha, además de Ceuta y Melilla- no están en marcha. En total, señala Cruz, «apenas cubre al 17% de la población», aunque el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (SNS) estableció en 2009 el objetivo de que en el año 2015 debe alcanzarse una cobertura nacional del 50% en la implantación de los programas de cribado de cáncer colorrectal

Para Cruz, «lo ideal sería ofrecer colonoscopias para el cribado poblacional, pero somos conscientes que colapsaría el sistema de salud». En su opinión, la mejor técnica para la detección precoz el cáncer colorrectal es la «colonoscopia», después la «sigmoidoscopia» y por último «el análisis de sangre oculta en heces cada dos años».

La mejor aceptada

Aunque, como reconoce Castells «la eficacia de una prueba viene determina muchas veces en el grado de su aceptación y, en este sentido, la población no se decanta por la colonoscopia». De hecho, en unos resultados preliminares de la investigación que está comparando la colonoscopia con la sangre en heces, publicados también en New England, se aprecia que la segunda es mucho más aceptada que la primera entre la población dianas.

El cáncer colorrectal, señala Pastor, es el tumor maligno más frecuente en España, por encima del de pulmón y de mama. La tendencia es que su prevalencia siga aumentando; las previsiones apuntan que en 2015 se detectarán 30.230 nuevos casos de este tipo de cáncer, lo que supone casi 600 diagnósticos cada semana.

Sin embargo, señala Juan Jesús, se trata de un cáncer que se cura en el 90% de los casos cuando se detecta precozmente y, por eso, apunta Ana Pastor, «los programa de cribado y detección precoz resultan fundamentales para detectar a tiempo un cáncer que está detrás demás de 250 fallecimientos semanales».

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