La
ciencia confía en la utilización de tecnologías nuevas de células madre para
tratar una amplia gama de enfermedades, una esperanza que se mantiene abierta
gracias a los progresos continuos en este ámbito. Por ejemplo, en el Instituto
Hubrecht (Países Bajos) acaban de cultivar células madre con la capacidad de
desarrollarse en otros dos tipos de células que componen un páncreas sano. Los
resultados podrían conducir a un método nuevo de reparación de células beta
productoras de insulina o del conducto pancreático dañadas.
Las
estrategias terapéuticas contra las enfermedades pancreáticas carecían de
sistemas de cultivo de células que permitiesen a los científicos cultivar
tejidos de reemplazo en una probeta o en una placa Petri. Otros métodos
alternativos como el trasplante de tejidos se ven limitados por la escasez de
donantes y la posibilidad de que se rechace el tejido. Por esta razón, este
estudio se ocupó de dar con un sistema de cultivo celular nuevo capaz de
generar una cantidad ilimitada de células madre pancreáticas. El equipo de
investigación, dirigido por el Dr. Hans Clevers, logró aislar y hacer crecer
células madre de los páncreas de ratones mediante un cultivo especializado
tridimensional de células, informa la agencia de la UE Cordis.
Los
cultivos bidimensionales han sido la norma durante los últimos cuarenta años en
miles de laboratorios de todo el mundo, pero con ellos no es posible reproducir
la anatomía ni la fisiología del tejido objetivo. El estudio de células en tres
dimensiones posibilita simular o acercarse a las condiciones fisiológicas que
se producen en el organismo y desentrañar las funciones de las células
diferenciadas.
Hasta
ahora se sabía que las proteínas de señalización Wnt y Lgr5 son fundamentales
en la producción de células madre adultas capaces de crecer y dividirse con
rapidez. El reto en este caso radica en que estas moléculas y sus rutas de
señalización están inactivas en el páncreas adulto. El equipo debió por tanto
dar con un medio de activar la ruta de la Wnt.
Esto
se logró con la modificación de varias condiciones de crecimiento. El páncreas
de ratones se alteró para que proliferasen y se diferenciasen las células del
conducto pancreático. Varias de las células de esta población nueva eran
células madre capaces de renovarse, capacidad que aprovechó el equipo
científico para cultivarlas y producir una cantidad elevada de células
pancreáticas o cúmulos diminutos de tejido denominados organoides.
A
pesar de que el trabajo se encuentra todavía en una etapa inicial, los
resultados obtenidos se muestran muy prometedores. A continuación se pretende
el perfeccionamiento de los métodos de cultivo desarrollados en el estudio y la
investigación de métodos nuevos que permitan aplicar este sistema a las células
pancreáticas humanas.
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