Se
llama criptococosis y afecta sobre todo a personas con las defensas muy bajas.
La infección por el hongo 'Cryptococcus neoformans' es la principal causa de
meningitis de origen fúngico entre personas infectadas con el virus de
inmunodeficiencia humana (VIH) y, hasta que se desarrolló la terapia
antirretroviral de alta eficacia (TARGA), era una de las muchas infecciones
oportunistas que podían llevar a la muerte a los seropositivos. Hoy en día,
esto es menos frecuente en países desarrollados, pero sigue sucediendo en zonas
donde el acceso a la TARGA dista de ser el idóneo.
Esta
semana un equipo de investigadores dirigidos por Liise-Anne Pirofski del Albert
Einstein College de Nueva York describen en la revista mBio describe un gen que
multiplica por 20 el riesgo de contraer la enfermedad en pacientes
seropositivos. Identificarlo podría llevar a la prevención de la infección y a
salvar vidas.
Según
explica el vicepresidente de la Sociedad Española Interdisciplinaria de Sida
(SEISIDA), Juan Carlos López Bernaldo de Quirós, que la predisposición a
padecer la enfermedad tenga un componente genético coincide con una percepción
muy comentada por los especialistas españoles, el hecho de que la enfermedad
sea mucho más frecuente en EEUU que en España, aunque sigue siendo una entidad
rara.
El
especialista, que trabaja en el servicio de Enfermedades Infecciosas del
Hospital Gregorio Marañón, explica por ejemplo que en su Unidad se han atendido
dos casos este año, ambos por meningitis asociada a un diagnóstico muy tardío
de la infección por VIH.
La
enfermedad
Para
contraer criptococosis, los CD4, las células del sistema inmune que disminuyen
por la infección del VIH, tienen que estar en niveles bajísimos, entre 50 y 100
copias por mililitro de sangre. Por eso, no es habitual que una paciente al que
se le diagnostica la infección a tiempo desarrolle la enfermedad.
Sin
embargo, como explican los autores en el artículo recién publicado, no todas
las personas con las defensas bajas y expuestas al hongo adquieren la
enfermedad. El gen que han identificado los investigadores estadounidenses es
el que codifica a la proteína FCGR3A 158V, que tiene un receptor inmunológico
que se adhiere con facilidad al anticuerpo asociado a C. neoformans. Es
curiosamente esa adherencia la que hace que el sistema inmunológico del
paciente sea débil a la hora de atacar al hongo.
Explica
López Bernaldo de Quirós que este hongo es muy común y se transmite fácilmente
por vía aérea. Se sospecha que los reservorios están en las palomas y que puede
transmitirse precisamente a través de los excrementos de estas aves.
Para
llegar a sus conclusiones, los autores del estudio analizaron el genotipo de la
sangre de 164 participantes en el estudio Multicéntrico de la Cohorte de Sida
(MACS), que incluye a 55 seropositivos que habían desarrollado criptococosis,
54 seropositivos que no habían sufrido la enfermedad y 55 individuos no
infectados, que actuaron como grupo control.
Pirofski
reconoce que el hallazgo servirá sobre todo para pacientes del África
subsahariana, región donde residen el 69% de los seropositivos y en la que,
desgraciadamente, el tratamiento antirretroviral no está garantizado.
Por
su parte, el infectólogo español apunta a que, aunque existe un tratamiento
para esta infección, consistente en un antifúngico y antibiótico, es requisito
imprescindible aumentar las CD4 del paciente, lo que se hace con tratamiento
antirretroviral. "De la meningitis provocada por este hongo, se puede
morir", concluye.
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