lunes, 17 de diciembre de 2012

Fabrican un "marcapasos biológico" que trabaja desde el interior del corazón



Una sola inyección y listo. Al equipo del Instituto del Corazón del Cedars-Sinai de Los Angeles (Estados Unidos) les bastó inyectar en el corazón un virus modificado genéticamente para que un corazón con arritmia recuperara su ritmo normal, sin necesidad de recurrir a un marcapasos. Parece sencillo, pero detrás de este experimento que podría acabar con la dependencia de los marcapasos hay diez años de dura investigación. Los primeros resultados en animales de experimentación se han publicado en la revista «Nature Biotechnology».

Lo que han hecho los científicos estadounidenses no es construir un marcapasos en miniatura, sino transformar, con terapia génica, células del músculo cardiaco (cardiomiocitos) en otras con capacidad para organizar el ritmo cardiaco. Gracias a este virus modificado genéticamente, estas células se convierten en un marcapasos biológico y natural.

Probado en cerdos

El experimento se hizo en cerdos, un animal con una anatomía cardiaca muy parecida a la humana. Tras la inyección del gen corrector, los cardiomiocitos se reprogramaron y generaron impulsos eléctricos espontáneamente. Las nuevas células no se podían distinguir de las que de forma natural realizan esta función.

El ritmo cardiaco está controlado por señales eléctricas y si se produce un desajuste las consecuencias pueden ser fatales. Las células «marcapasos» generan una actividad eléctrica que se propaga a otras células del corazón en un patrón ordenado para crear contracciones musculares rítmicas. Si estas células no funcionan, el corazón bombea de forma errática y los pacientes deben someterse a una cirugía para que se les coloque un marcapasos electrónico.

Adiós a los marcapasos

Si se confirman los resultados, la terapia podría aplicarse en pacientes con una inyección directa al corazón o mediante la generación de estas células marcapasos en el laboratorio y su posterior trasplante.

Existen numerosos tipos de arritmias pero la que más presentan los pacientes a los que se les coloca un marcapasos es la bradicardia. Eso ocurre por un descenso de la frecuencia cardiaca, es decir, cuando ésta es inferior a 60 ppm (pulsaciones por minuto) en reposo. Por ese ritmo bajo, los pacientes tienen un gran cansancio, debilidad y mareos. Otras personas que pueden necesitar un marcapasos han sufrido una disminución drástica y repentina de la frecuencia cardiaca o padecen una lesión del músculo cardiaco tras un infarto.

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