Los
expertos recomiendan no saltarse en Navidad ninguna de las cinco comidas
diarias para sentarse a la mesa sin sensación de hambre "y no engordar los
tres o cuatro kilos de media" que se cogen en estas fechas vacacionales.
Así
lo ha asegurado el responsable de Psicología de la Unidad de Obesidad y Nutrición
de la Clínica Londres, el doctor Ricard Osorio, que indica que las personas se
toman las fiestas "como unas fechas en las que hay un descontrol en la
conducta alimentaria". A su juicio, si no se sigue una pauta controlada
"se puede llegar a coger entre tres y cuatro kilos de media".
Esto
es así porque las comidas y cenas navideñas "pueden llegar a tener un
aporte de entre 2.500 y 3.000 calorías", señala. Sin embargo, sostiene que
"más que por el descontrol de lo que comemos", esta situación se
produce "por lo que no se ha hecho como método preventivo". En este
sentido, rechaza los ayunos tras ingestas copiosas mostrándose a favor de
"comidas ligeras". Para él, no alimentarse lo suficiente durante el día
"es el motivo por el que las personas se descontrolan y comen más de lo
que deberían en las cenas de Navidad".
Aunque
Osorio considera que "hay que comer de todo" y que no se pueden
adoptar medidas restrictivas con ningún alimento porque "no se van a
cumplir", sí se muestra partidario de que determinada comida se reserve
para los días señalados. Por ello, recomienda ser "prudentes" e
intentar hacer un cálculo de lo que se va a comer a la hora de hacer la compra.
Además, subraya que los alimentos más calóricos deben ser consumidos en
cantidades "moderadas" durante las comidas familiares. "No hay
que repetir, y se debe tener prudencia con los aperitivos, los postres y el
alcohol", afirma.
Para
el galeno, las bebidas alcohólicas son "peligrosas" al tener muchas
calorías, por lo que apuesta por brindar "con un poco de cava, sidra o
vino". Si esto se cumple, se podrá hacer ejercicio, el cual "compensa
la ingesta" mediante una hora caminado o tres visitas semanales al
gimnasio.
Por
contra, lo que Osorio no aconseja es practicar dietas estrictas tras sentir
"sentimientos de culpabilidad" cuando acaba la Navidad, ya que
"para eso, y para poner tratamientos adecuados, están los
profesionales". A su parecer, esto es aplicable incluso para las personas
que más descontrolen su alimentación y que engorden "nueve o diez
kilos".
Pero
para no llegar a este punto, el doctor de la Clínica Londres recomienda
"pescados cocinados al horno y sin salsas, el marisco, no ingerir
demasiado embutido y decantarse más por la proteína". Así, un menú
apropiado para Navidad podría ser "picoteo de marisco y alcachofas, un
plato principal de pavo asado o pescado al horno y turrones o rodajas de
naranja con canela de postre", asegura. Por su parte, la miembro de la
Junta Directiva de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO),
la doctora Mar Garrido, señala a Europa Press que los que más deben estar
atentos a su alimentación son los hombres, ya que "la mujer suele cuidar más
su peso". A su juicio, comer sano es necesario para paliar cifras como las
de que "el 60 por ciento de los adultos y el 40 por ciento de la población
infantil tienen exceso de peso".
De
este modo, aconseja para el consumo diario la ingesta del 'Plato Ideal', que la
Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) y la sociedad científica
a la que pertenece han presentado recientemente. Este consiste en un 50 por
ciento de verduras y fruta, un 25 por ciento de proteínas o otro 25 por ciento
de alimentos energéticos como cereales, legumbres o patatas.
Por
último, la representante de SEEDO sostiene que una de las intenciones de cara al
año nuevo siempre es "controlar el exceso de peso". Para ello,
Garrido apuesta porque en 2013 se consuman "menos grasas y menos azúcares".
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