Estar
'enganchado' al móvil o la tableta también tiene su parte positiva. Los
investigadores se afanan por saber si las horas que todos pasamos con las
nuevas tecnologías tienen algún tipo de beneficio y resulta que la respuesta es
positiva para muchos tipos de pacientes.
Si
hace unos meses se descubría su utilidad para los autistas al funcionar las PDA
como 'entrenadores personales laborales' a través de un programa que les
ayudaba a gestionar mejor sus tareas y funciones; un nuevo estudio afirma que
también pueden ser valiosas para los pacientes obesos. Así lo demuestra el
equipo capitaneado por el doctor Bonnie Spring, de la Escuela de Medicina
Feinberg de la Universidad de Northwestern en la revista 'Archives of Internal
Medicine'.
Perder
kilos vía móvil
La
utilidad de las nuevas tecnologías para perder peso es controvertida. Pero el
doctor Spring y su equipo decidieron comprobar su efecto si se las unía a las
terapias planificadas por los médicos para mejorar el estado de las personas
obesas. "Lo que hemos encontrado es que si se utilizan las PDA como
herramienta complementaria al plan normal de adelgazamiento, se consigue perder
más kilos que siguiendo sólo el tratamiento estándar, por lo que esa adicción a
la tecnología puede ser beneficiosa para este tipo de pacientes", señala
Spring.
Para
llegar a esta afirmación, se dividió aleatoriamente a 69 obesos (el 85% de
ellos hombres y de una edad media de 57 años) en dos grupos: los que seguían
sólo los cuidados estándar del médico y los que, además, utilizaban una PDA.
"Todos los participantes asistían cada dos semanas a grupos para perder
peso en las clínicas ambulatorias de los Asuntos de Veteranos (VA). Pero
además, los que contaban con una PDA podían autocontrolarse la dieta y la
actividad física con el 'coaching' telefónico programado, algo que se vio
decisivo para seguir los planes de adelgazamiento, ya que podían comprobar el
valor energético de los alimentos a ingerir o lo que iban a gastar en cada
actividad que hiceran y en ese mismo momento algo que, según explicaron, les
resultó un estímulo", explican los autores.
Controlados
cada tres, seis, nueve y 12 meses, los resultados se alinearon al lado de la
tecnología. Según los datos, los pacientes con PDA perdieron "una media de
casi cuatro kilos más que el grupo de tratamiento estándar en cada mes de
control, sin que este resultado variara significativamente a lo largo del año
estudiado", señala Spring.
"A
los tres meses, un 36% de los participantes con PDA había perdido al menos un
5% de su peso corporal, en comparación con los del grupo control, que no
consiguieron perder nada en este tiempo", explica Spring. Y lo más
interesante para los investigadores es que la diferencia entre las mejoras de
un grupo y otro se siguen constantando a lo largo del tiempo. "A los seis
meses, el porcentaje de pacientes que alcanzaron el 5% de pérdida de peso fue
del 41% en aquellos con PDA, por un 10,7% en los del grupo control. Aunque a
los 12 meses, 29,6% del primer grupo contra un 14,8% del grupo estándar",
indica.
Pero
la conclusión más importante a la que llegan los autores son las mejoras que
este tipo de herramientas pueden producir a nivel cardiaco. "Se observó
que a corto plazo se pueden mejorar enormemente los biomarcadores de riesgo de
enfermedades cardiovasculares", asegura Spring.
¿La
tecnología es lo importante?
En
un editorial que acompaña al estudio, el doctor Goutham Rao, de la Escuela de
Medicina Pritzker de la universidad de Chicago, y la doctora Katherine Kirley,
de la Universidad de Evanston (Illinois, EEUU) comentan el futuro prometedor,
aunque todavía incierto, de las nuevas tecnologías incorporadas a la salud.
"Sin duda estos datos representan una base en la que habrá que seguir
investigando a partir de ahora", reconocen.
"Sin
embargo, la tecnología cambia constantemente, de manera muy rápida, y hay que
preguntarse qué características de las nuevas tecnologías hacen que haya un
éxito en la pérdida de peso. ¿Es, por ejemplo, la comodidad, la personalización
del tratamiento o la interactividad?", se preguntan. "Si estos u
otros elementos son realmente los responsables de estos buenos resultados son
los que habrá que tener en cuenta en el futuro, independientemente del formato
en el que aparezcan", explican. Mientras, también dejan otra cuestión en
el aire: "Hay que buscar medios por los que la diferencia de peso se
mantenga, e incluso, aumente en el tiempo".
Pero
para ambos especialistas "está claro que este es un camino que no tiene
vuelta atrás. Estas y otras preguntas se están convirtiendo en el foco de una
intensa investigación, por lo que habrá que estar atentos", concluyen.
Ref:
Haz click aquí
No hay comentarios:
Publicar un comentario