El
doctor australiano Alan Tall, profesor en la Escuela de Medicina de la
Universidad de Columbia (EEUU) es uno de los más prestigiosos expertos del
denominado colesterol «bueno» o HDL (en inglés, Lípidos de Alta Densidad).
Durante más de 40 años de investigación, Tall y su equipo han demostrado el carácter
nocivo de las grasas saturadas y la importancia del HDL para evitar enfermedades
del sistema cardiovascular. Recientemente, el doctor Tall visitó Madrid
invitado por el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC),
lugar desde el que respondió a las preguntas de ABC.
-Un
reciente informe advierte de que los valores medios de colesterol en Estados
Unidos descendieron entre 1988 y 2010, ¿no le parecen sorprendentes estos
datos?
-Bueno,
durante un tiempo hemos sabido que el nivel de colesterol estaba bajando. Se
relaciona con cambios en la dieta, particularmente con gente que come menos
grasas saturadas. Algo difícil de creer cuando hay tantos McDonald’s a nuestro
alrededor, pero la realidad es que la gente come menos grasas que antes. Creo
que es la principal razón, no creo que sea sorprendente, pero es muy
importante. Esto también explica una bajada en la incidencia de enfermedades
cardiovasculares en EEUU. Pero a nivel mundial, el colesterol va en la otra
dirección, en ascenso, debido a la industrialización de economías en
desarrollo. Están comiendo más grasas.
-Mucha
gente está medicada con fármacos que reducen el colesterol, ¿puede esto tener
influencia en el descenso de los niveles de colesterol?
-Es
parte de la historia, pero a un nivel de población, no creo que tenga un gran
impacto. El uso de estatinas se ha extendido mucho, pero sigo pensando que el
mayor cambio se produce por cambios en la dieta.
-Mucha
gente suele culpar a la genética, y no a sus hábitos de vida, de sus niveles de
colesterol, ¿cuánto hay de verdad en esto?
-Si
miras poblaciones enteras con un bajo consumo de grasas saturadas, como los
japoneses, comprobarás que sus niveles de colesterol son bajos. Por ejemplo,
los ancianos están en torno a 2 mililitros por litro. Por tanto, podriamos
decir que ese es el nivel de base, previo a cualquier consumo de grasas, allí.
Sin embargo, en las sociedades occidentales, los ancianos tienen una media que
dobla la de Japón, por tanto, la mitad de ese colesterol viene por la dieta.
-Un
estudio alertaba de que las estatinas, el principal fármaco utilizado para bajar
el colesterol, no funcionan adecuadamente en el 40% de los pacientes debido a
sus características genéticas, ¿hay algun alternativa a las populares
estatinas?
-Hay
un par de compuestos importantes que están siendo evaluados ahora mismo en
estudios clínicos. Una de ellas se llama «inhibidor del PCS-K9», que es un
anticuerpo que tiene que ser inyectado. Baja con mucha efectividad los niveles
de LDL en gente que es resistente a las estatinas. Otras opciones que están
siendo evaluadas son los «inhibidores de transferencia de proteínas del
colesterol», que añadidos a la terapia de estatinas consiguen elevar el HDL y
reducir el LDL. También hay estudios completados con ácido nicotínico. Estas
son tres áreas interesantes. En realidad, la causa más común de fallo en el
tratamiento con estatinas es que la mitad de los pacientes no se toma el
medicamento.
-¿Tener
bajo el colesterol bueno es tan nocivo como tener alto el colesterol malo?
-Bueno,
en cuanto a estas dos fracciones del colesterol, el «malo» o LDL y el «bueno» o
HDL, en general, la gente que tiene altos niveles de HDL tienen un riesgo menor
de desarrollar una enfermedad cardíaca. Hay una discusión en la comunidad científica
sobre si administrar medicamentos que aumenten el «bueno» resulta beneficioso.
Muchos de los estudios realizados no mostraban ventajas. No había efectos
nocivos pero tampoco beneficiosos.
-¿Llamarlo
«colesterol bueno» no es quizá demasiado aventurado?
-Algunos
han dicho que el nombre «colesterol bueno» puede llevar a equívocos, porque no
siempre resulta ser bueno. En general, si alguien tiene un nivel alto de
colesterol bueno, es más difícil que sufra arterioesclerosis.
-En
el mercado pueden encontrarse muchos productos, ricos en isoflavonas u otros
compuestos, que se venden como reductores del colesterol, ¿cree que tienen un
efecto más allá de lo marginal?
-Para
el colesterol, el factor más importante es la cantidad de grasas saturadas en
la dieta. El principal. La pérdida de peso o el ejercicio son muy importantes.
Luego, hay muchos productos que dicen bajar el colesterol, como las isoflavonas
de la soja o el arroz rojo, pero lo bajan muy poquito, su efecto no suele
superar el 10%. Mi consejo sería, en primer lugar, conocer tu colesterol, y si
es demasiado alto, hacer cambios en el estilo de vida. Si después de eso sigue
siendo demasiado alto, mi siguiente paso serían las estatinas.
Ref:
Haz click aquí
No hay comentarios:
Publicar un comentario