lunes, 8 de julio de 2013

Los niños deben ser educados para mantener conductas eficaces de fotoprotección



Con la llegada del verano no debemos olvidar que los niños deben estar especialmente protegidos ante la exposición solar y deben ser educados para mantener conductas eficaces de fotoprotección. Los pediatras de Atención Primaria se muestran realmente preocupados y creen que es necesario que la sociedad y, sobre todo los padres, se conciencien de que es importante proteger la piel y los ojos del sol. Según la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), durante la etapa infantil y adolescente hay que establecer los hábitos saludables dirigidos a la protección solar y a la prevención del cáncer de piel, quemaduras solares y otras lesiones. Carlos Valdivia, vicepresidente de la AEPap, considera que es necesario fomentar la colaboración mediante campañas escolares y comunitarias que promuevan la prevención de la exposición excesiva a la radiación UV en la infancia y la adolescencia. Además, propone algunos consejos básicos para que el sol no nos amargue las vacaciones.

  • Evitar la exposición excesiva al sol, sobre todo en las horas centrales del día: se ha demostrado que todas las prácticas sanas que evitan o minimizan la exposición solar deben comenzar lo antes posible en los niños para que se conviertan en algo habitual. Los comportamientos que se adquieren de forma temprana tienden a perdurar durante toda la vida con mayor intensidad que los adquiridos tardíamente.
  • Protegerse del sol con ropa protectora, gorras y gafas, que evitan las quemaduras solares. Llevar gafas de sol oscuras, con filtro para rayos UV. Esto protege la delicada piel que rodea los ojos y previene además el desarrollo precoz de cataratas.
  • Usar fotoprotectores que eviten las quemaduras solares. Usar cremas o lociones con filtro solar que sean resistentes al agua (si no fuera así, aplicar repetidamente), con un factor de protección 15 o superior. Aplicar 30 minutos antes de la exposición solar. Debe repetirse la aplicación cada vez que la persona se moje, se seque, haga mucho ejercicio, sude mucho o cada 3 horas de exposición solar.
  • Regla de la sombra. Cuanto más pequeña sea nuestra sombra, más riesgo tendremos
  • No olvidar que los efectos de los rayos ultravioleta aumentan por el viento y las propiedades reflectoras de la superficie del suelo; la arena refleja entre un 10% y un 25% de estos rayos, por lo que la exposición de los bañistas es especialmente intensa.
  • Los niños menores de 6 meses no deberán exponerse al sol; tampoco se aconseja usar fotoprotectores, a no ser que se necesario. A la hora de una exposición solar ya puede haber efectos sobre la piel. Un recién nacido con más de 10 minutos de exposición directa a los rayos del sol en las horas centrales del día puede sufrir daños en su piel.
  • Limitar la exposición solar en niños menores de 3 años. Hasta los 2 años deben evitarse las horas centrales del día. Evitar una larga exposición al sol, sobre todo en las horas centrales del día, entre las 12 y las 17 horas.
  • La edad crítica en fotoprotección en los niños está entre los 9 y los 12 años. Son lo que más expuestos está al sol y a los que es más difícil de supervisar.
  • Los niños rubios, de ojos azules y con piel clara son los que precisan una fotoprotección más alta. En este sentido, utilizar un fotoprotector adecuado durante los primeros 18 años de vida puede reducir hasta un 78% el riesgo de cáncer cutáneo en la edad adulta.
  • Y, lo más importante, educar a los niños. No se debe dejar la protección en manos de la fotoprotección.


No hay comentarios:

Publicar un comentario