Si pasea atento por la
calle, seguro que no le cuesta trabajo encontrar un salón de estética dedicado
al cuidado de las uñas. Estos centros de belleza han proliferado como setas en
los últimos años, sin embargo, los especialistas advierten de los riesgos que
puede tener hacerse la manicura o pedicura sin las medidas de higiene
necesarias.
El fenómeno no es únicamente
español. En EEUU, la Academia
Americana de Podología ha lanzado algunos consejos para que las
uñas de los pies no caigan en cualquier mano, y en el estado de California,
revisan con lupa el uso de componentes tóxicos en los esmaltes y los
adhesivos que se utilizan para colocar las uñas postizas.
Como explica a ELMUNDO.es
la doctora Concha Obregón, especialista de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME),
los clientes deberían asegurarse de que acuden a un centro autorizado y que
cumpla las mínimas medidas de higiene y esterilización. "Es
importante", explica, "que se utilicen productos antifúngicos y
antibacterianos para evitar infecciones en las uñas". De hecho, explica,
en los últimos años se está produciendo un aumento de las consultas por hongos
en las uñas, aunque admite que es difícil valorar si tienen su origen en estos
centros de estética.
Obregón también subraya
la importancia de que se esterilice adecuadamente todo el instrumental con
productos apropiados. "No basta con sumergirlos en agua o alcohol entre
servicio y servicio", apunta. Precisamente en este sentido desaconseja
el uso de cuchillas para 'raspar' las capas de piel muerta de las plantas de
los pies, "porque deben ser desechables y éste es un material muy difícil
de controlar".
Algunos riesgos
Otra
recomendación en la que coincide con sus colegas estadounidenses está en dejar
descansar a las uñas de esmalte, prescindiendo de la laca durante alguna
temporada para que los tejidos puedan 'respirar'.
Otro
foco de 'peligro' en estos centros son las lámparas de rayos UVA que se
emplean para secar las uñas de gel, y que como recuerdan los dermatólogos
aplica una cierta dosis de radiación sobre los dedos. "No es una cuestión
para alarmar, pero sí debemos decir que no es algo inocuo", explica a este
periódico el doctor Julián Conejo-Mir, de la Academia Española de Dermatología.
"En
2009, la revista 'Archives of Dermatology' recogía el caso
dos dos pacientes con carcinoma por la exposición de las uñas a la radiación
ultravioleta de estos dispositivos", explica este dermatólogo.
"Aunque se trata de pocas dosis de radiación aplicada durante poco tiempo,
si se repite la manicura cada 15 días, y se suma a la radiación que recibimos
del sol...", advierte. Más precaución aún deberían tener las personas con ciertos
factores de riesgo, como tener lunares debajo de las uñas, haber sufrido un
melanoma o estar expuestos a otras fuentes que puedan aumentar la radiación
acumulada (técnicos de rayos, pacientes en radioterapia, etc.).
Trabajadores con mascarilla
Pero
los riesgos no son únicamente para los clientes. La doctora Cristina Martínez,
del área de Salud Pública y Medioambiente de la Sociedad Española de Neumología
(Separ), advierte del riesgo de asma relacionado con ciertas sustancias tóxicas
presentes en los adhesivos para uñas y en los esmaltes.
"En
personas con una cierta predisposición, respirar estos compuestos puede ser
perjudicial", explica, "porque se trata generalmente de ingredientes
muy alergénicos". Aunque admite que las cantidades que se aplican en
las uñas son muy pequeñas y no se trata de una cuestión que deba alarmar.
Martínez
sí considera una buena idea que los trabajadores de estos salones de uñas
utilicen mascarillas para no respirar constantemente estos tóxicos, que a
menudo se dispersan en el ambiente mediante el uso de pistolas que 'disparan'
el esmalte.
Inspecciones
A
pesar de todas estas advertencias, desde la Consejería de Economía y Hacienda
de la Comunidad de Madrid explican que "hasta la fecha no hemos tenido que
actuar en ningún establecimiento de este tipo porque no ha llegado ninguna
reclamación a la Dirección General de Cosnumo que nos permita pensar que es
un sector conflictivo (en materia de consumo) sobre el que centrar nuestras
actuaciones".
Estos centros,
añade la Consejería, están sujetos a las inspecciones municipales de rigor para
obtener la licencia de apertura de actividad. Desde el punto de vista de
consumo, las inspecciones comprueban "que los productos que se utilizan
estén autorizados (los pintauñas, los quitaesmaltes, etc.), que la
información que se facilita al consumidor es clara y suficiente, que se dispone
de hojas de reclamaciones, que se facilitan documentos justificativos de los
pagos efectuados, que si se venden producto se de la garantía legal a los
mismos...". En todo caso, añaden, "si al realizar una inspección de
consumo se atisbara que existen incumplimientos de otras normativas (limpieza
del local, contratación de menores, fraude a la hacienda pública) se daría
conocimiento a la autoridad competente para que ellos actuaran".
Ref: Haz click aquí
No hay comentarios:
Publicar un comentario