martes, 26 de julio de 2011

Las cápsulas de arándanos no tratan la infección de orina


Una, dos y tres infecciones de orina al año. Cuando una mujer presenta este problema con tanta frecuencia, el tratamiento habitual suele incluir, además del antibiótico, cápsulas de arándanos. Hasta el momento, se pensaba que este complemento hacía que la terapia fuera más eficaz e incluso, en ocasiones, se emplea de forma aislada. Ahora, un estudio publicado en 'Archives of Internal Medicine' demuestra que el antibiótico tiene más ventajas.
Dado que se trata de una afección muy común en las mujeres y más del 30% la presentan de forma reiterada, a los especialistas les preocupaba "el incremento de patógenos resistentes que se pudieran desarrollar frente al tratamiento farmacológico y de ahí el especial interés por otros métodos eficaces para la prevención", argumentan los autores de este trabajo, realizado en el Centro Médico Académico de Amsterdam.
Numerosas publicaciones científicas avalan el uso de las cápsulas de arándanos precisamente para prevenir este tipo de infecciones recurrentes. De hecho, en la práctica clínica, al menos en España, este complemento se emplea con bastante frecuencia. Según Jackie Calleja, ginecólogo del Hospital Universitario Quirón Madrid, "las indicamos junto al antibiótico y también de forma aislada". Aunque su mecanismo de acción no está completamente claro, se sabe que "los estractos de arándanos preparados hacen que el ph de la orina sea más ácido y esto es lo que dificulta el crecimiento y la adherencia de las bacterias a las vías urinarias", aclara.
El problema, subraya Mariëlle Beerepoot, principal autora del estudio y experta del Centro Médico Académico de Amsterdam, es que "no existe ninguna investigación que compare sus efectos con los del antibiótico que normalmente se indica en estos casos".
Para profundizar un poco más en esta cuestión, los investigadores analizaron los casos de 221 mujeres que habían tenido, como mínimo, tres infecciones de orina en el transcurso de un año. De forma aleatoria, se las dividió en dos grupos. Unas tomaban antibiótico (trimethoprim/sulfamethoxazole, también muy usado en España) y el resto ingerían cápsulas de arándanos.
A los 12 meses, la recurrencia de la infección entre quienes estaban medicadas era de 1.8, frente al 4.0 en el grupo de las mujeres que hacían uso del método no farmacológico. Además, el nuevo episodio ocurría antes en éstas (a los cuatro meses) que en las que estaban sometidas a trimethoprim/sulfamethoxazole (ocho meses).
Ante tales resultados, los autores de la investigación recalcan que el antibiótico comúnmente utilizado en estos casos "es más efectivo que las cápsulas para prevenir las infecciones urinarias recurrentes".
Esta conclusión remarca una idea que no siempre se tiene clara. Bill Gurley, de la Universidad de Arkansas, lo explica así en un editorial que acompaña al artículo publicado: "Este tipo de suplementos son remedios no farmacológicos. No tienen la intención de tratar, ni de curar enfermedades, aunque muchos consumidores se empeñen en creerlo".
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