Un estudio de la Northwestern University ha identificado, por primera vez, una causa común para el desarrollo de todas las formas de la esclerosis lateral amiotrófica. Este descubrimiento, publicado en la revista 'Nature', proporciona un objetivo común a la terapia con medicamentos y muestra que todos los tipos de ELA poseen un origen común de incompetencia celular.
La esclerosis lateral amiotrófica (ELA o enfermedad de Lou Gehrig) es una enfermedad neurodegenerativa mortal que paraliza a sus víctimas; el desconocimiento del proceso mediante el cual se desarrolla ha supuesto un reto para los científicos e impedido el desarrollo de terapias eficaces. Los investigadores ni siquiera sabían que todas sus formas, en realidad, convergen en un proceso patológico común.
La base de este trastorno es un fallo en el sistema de reciclaje de proteínas en las neuronas de la médula espinal y el cerebro. El óptimo funcionamiento de estas neuronas depende del reciclado eficiente de los bloques de construcción de proteínas en las células. En la ELA, el sistema de reciclaje falla y las células no pueden ser reparadas, así que acaban sufriendo severos daños.
"Estos nuevos conocimientos abren un nuevo campo para encontrar un tratamiento efectivo para la ELA," afirma el autor principal del estudio, el doctor Teepu Siddique, neurólogo en la Northwestern University (Estados Unidos), "ahora podemos hacer pruebas con medicamentos que regulen esta vía de la proteína u optimizarla para que funcione como debería en un estado normal".
Según Siddique, el descubrimiento del fallo en el reciclaje de proteínas también puede tener un papel en otras enfermedades neurodegenerativas, como en la enfermedad de Alzheimer, la demencia frontotemporal y la enfermedad de Parkinson, que se caracterizan por la agregación de proteínas. La eliminación de las proteínas dañadas es fundamental para el funcionamiento celular óptimo.
El fallo en el sistema de reciclaje tiene lugar en las tres formas de la ELA: la hereditaria (familiar), la no hereditaria (esporádica), y la ELA que afecta al cerebro (demencia-ELA). En una investigación relacionada, investigadores del Feinberg School también descubrieron una nueva mutación genética presente en la ELA familiar y la demencia-ELA, que une estas dos formas de la enfermedad.
La ALS afecta a alrededor de 350.000 personas en todo el mundo, incluidos niños y adultos, un cincuenta por ciento de las personas afectadas mueren durante los tres primeros años de su aparición. En la enfermedad motora, los pacientes pierden progresivamente la fuerza muscular hasta que se paralizan y no puede moverse, hablar, tragar o respirar. La demencia-ELA afecta a los lóbulos frontal y temporal del cerebro, alterando el juicio de los pacientes, la capacidad de entender el lenguaje y la realización de tareas básicas (como elegir qué ropa ponerse o la organización del día).
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