La
tenia o solitaria -Cestoda- es uno de los primeros parásitos conocidos por el
hombre -ya descritos por Hipócrates y Aristóteles-, pero todavía no existe una
cura eficaz y segura. Esto podría cambiar gracias a la secuenciación del genoma
de cuatro especies que se publica esta semana en Nature.
Científicos
de más de diez centros de investigación han colaborado en la primera
secuenciación del genoma de cestodos. El genoma de referencia obtenido -del
parásito humano Echinococcus multilocularis- es comparable en calidad y
compleción al de los primeros genomas de C. elegans y Drosophila melanogaster
-organismos modelo por excelencia-.
El
genoma presentado en el artículo presenta gran cantidad de nuevas 'dianas' que
podrían ser utilizadas para desarrollar nuevos medicamentos o incluso
aprovechables por los ya existentes. De esta forma se facilita un punto de
inicio para nuevas medidas terapéuticas, muy necesarias según los autores.
La
proliferación de larvas de cestodos en órganos vitales -hidatidosis y
cisticercosis- son dos de las enfermedades parasitarias más graves, y se
incluyen en la lista de 17 enfermedades tropicales olvidadas cuya cura prioriza
la OMS.
Las
larvas de estos gusanos pueden permanecer de forma asintomática en un huésped
humano durante décadas, y terminar causando gran cantidad de enfermedades e
incluso la muerte. Un millón de años de vida y dos mil millones de dólares por
infecciones de ganado son las pérdidas anuales estimadas.
Estos
animales se han adaptado al parasitismo perdiendo estructuras como boca y ojos,
y su genoma refleja las mismas adaptaciones. Muchos genes relacionados con el
metabolismo de nutrientes han desaparecido al no ser necesarios, pues las
tenias se alimentan de comida ya digerida, que absorben a través de la piel.
"Lo
más asombroso es la pérdida de genes que han sufrido estos animales"
comenta a SINC Matthew Berriman, investigador del instituto Wellcome Trust
Sanger de Hinxton (Cambridge). "El diseño del cuerpo lo marcan unos pocos
genes, algo lógico puesto que los cestodos tienen un cuerpo muy simple con una
estructura muy repetitiva y simétrica" añade.
Los
quistes se tratan con quimioterapia
Su
genoma también refleja una capacidad de eliminar sustancias tóxicas bastante
limitada en comparación con la de sus parientes no parásitos, que podría ser
aprovechada para desarrollar nuevos fármacos.
Las
capacidades regenerativas de los cestodos los han convertido en un modelo muy
apreciado para la investigación con células madre, y el estudio de su genoma
revela que las rutas asociadas a las células madre están altamente modificadas
en estos animales.
Los
quistes producidos por las larvas de tenia son tratados con quimioterapia o
mediante intervención quirúrgica, y los únicos medicamentos utilizados hasta el
momento detienen el desarrollo de los parásitos más que eliminarlos, por lo que
la secuenciación del genoma podría abrir una nueva vía para erradicar esta
enfermedad.
"Las
tenias tienen un impacto devastador sobre la salud humana", explica
Berriman. "Esperamos que nuestros datos consigan ahorrar años de
investigación para obtener mejores medicamentos", concluye.
Además
del instituto Wellcome Trust Sanger, han participado centros y facultades de la
Universidad Nacional Autónoma de México, Universidad de Buenos Aires,
Universidad de la República (Uruguay) y el Instituto Nacional de Medicina
Genómica (México).
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