El cáncer se ha convertido en una cara conocida para los habitantes de los países desarrollados. Sin embargo, no sólo afecta a las personas que viven en las partes privilegiadas del planeta. Cada vez son más los ciudadanos que, independientemente de su origen, terminan sufriendo un cáncer a lo largo de su vida. Para conocer cuál puede ser el panorama dentro de unos 20 años y establecer alguna medida de prevención, investigadores franceses han realizado un estudio con una base de datos global, relacionando los casos de cáncer con el nivel de vida y realizando una predicción sobre la evolución de esta enfermedad. Según sus cálculos, para 2030 la incidencia de cáncer aumentará un 75% y lo hará, sobre todo, a costa del cambio en el estilo de vida de los habitantes de los países menos desarrollados.
Actualmente, los siete tipos de cáncer más frecuentes en la población mundial son el de pulmón, cáncer de mama (en mujeres), colorrectal, de estómago, de próstata, de hígado y de cuello de útero o cérvix. Según previsiones de Naciones Unidas, para 2030 el número de personas que habitarán el planeta será de 8.300 millones. El efecto de ese aumento de población y del envejecimiento será mayor sobre todo en los países de bajos y medios ingresos.
Teniendo en cuenta los cambios en la población, la Agencia Internacional para la Investigación en Cáncer (IARC, según sus siglas en inglés) de Lyon, Francia, ha recopilado la incidencia y la mortalidad de 27 tipos de cáncer en 184 países a lo largo de 2008 y, aplicando un modelo estadístico, ha establecido una estimación de la enfermedad para 2030. Se trata del primer estudio que establece un panorama sobre cómo puede variar su incidencia en las próximas décadas en diferentes regiones del mundo en función de sus recursos.
El estudio revela que el cáncer de próstata, el colorrectal y el de mama están aumentando en la mayoría de países de medios, altos o muy altos ingresos, principalmente debido a la ingesta de una dieta poco equilibrada y a la falta de ejercicio. En cambio, en estos países está disminuyendo la incidencia de cáncer de estómago y de cérvix.
En los países con escasos ingresos, sobre todo aquellos del África subsahariana, la incidencia más prevalente será la de aquellos cánceres cuyo origen se encuentra en infecciones, en concreto el cáncer de cérvix, el de hígado, el de estómago y el sarcoma de Kaposi. Por el contrario, los países más ricos se enfrentarán a un mayor número de tumores relacionados con el tabaquismo y la obesidad. Porque, aunque la tasa de cáncer de pulmón está disminuyendo entre los hombres que habitan en países con altos recursos, está incrementando entre las mujeres. Sin embargo, los autores de este estudio advierten de que este tumor, que ahora no es un problema grave en las regiones de bajos recursos, puede llegar a convertirse en el más frecuente entre estos habitantes a menos que el tabaquismo sea controlado eficazmente en estas áreas.
Una carga económica y social
"El cáncer ya es la principal causa de muerte en muchos países desarrollados y está estableciéndose como una gran causa de morbilidad y mortalidad en las próximas décadas en todas las regiones del mundo; este estudio sirve como un importante punto de referencia y una llamada de atención a la necesidad de una acción global para reducir la gran carga del cáncer", afirma el doctor Freddie Bray, de la IARC y principal autor del estudio publicado en la revista 'Lancet Oncology'.
En 2008, casi el 40% de los nuevos casos de cáncer que ocurrieron globalmente se produjo en países con altos recursos, a pesar de que estas regiones contienen sólo el 15% de toda la población mundial. Sin embargo, este panorama puede cambiar con el incremento que va a experimentar la incidencia de esta enfermedad en países como China o la India, donde se prevé un aumento del 78%, o el que se va a producir en zonas con menos recursos en donde está previsto un incremento del cáncer del 93%.
"Este estudio muestra la dinámica naturaleza del patrón del cáncer en determinadas regiones del mundo a lo largo del tiempo. Los países deberían tener en cuenta los retos específicos a los que se enfrentarán y priorizar intervenciones concretas para combatir el aumento de la carga del cáncer a través de efectivas estrategias preventivas, detección precoz, y programas terapéuticos específicos", concluye Christopher Wild, director del IARC.
Ref: Haz click aquí
No hay comentarios:
Publicar un comentario