Tomar entre 3-6 bebidas alcohólicas por semana se asocia con un pequeño aumento en el riesgo de cáncer de mama. Y beber alcohol en la juventud y durante la vejez también se asocia con un mayor riesgo, según un estudio publicado en JAMA.
«En muchos estudios, un mayor consumo de alcohol ha sido asociado con un mayor riesgo de cáncer de mama. Sin embargo, el efecto de los bajos niveles de consumo no ha sido valorado convenientemente», Además, según los autores de la investigación, el papel de los patrones de consumo (es decir, la frecuencia del consumo de alcohol y el consumo «compulsiva»), así como su ingesta en diferentes momentos de la vida adulta no se han sido analizados adecuadamente.
Cantidad y frecuencia
El equipo de Wendy Y. Chen, del Hospital Brigham and Women y de la Harvard Medical School, (EE.UU.), y ha examinado la asociación entre cáncer de mama y el consumo de alcohol durante la vida adulta, incluyendo la cantidad, frecuencia, y la edad de consumo.
El estudio incluyó a 105.986 mujeres que fueron seguidas desde 1980 hasta 2008. El criterio principal de valoración de los investigadores fue el riesgo de desarrollar cáncer de mama invasivo.
Durante el período de seguimiento, hubo 7.690 casos de cáncer de mama invasivo diagnosticados entre las participantes del estudio. Un análisis de los datos indicó que un bajo nivel de consumo de alcohol (5,0 a 9,9 gramos por día, equivalente a 3.6 copas de vino por semana) estaba estadísticamente asociado con un riesgo mayor de desarrollar cáncer de mama del 15%.
Además, las mujeres que consumían al menos 30 gramos de alcohol por día de promedio (por lo menos 2 bebidas por día) tenían un riesgo del 51% mayor de padecer cáncer de mama en comparación con las mujeres que nunca consumen alcohol.
Los investigadores también encontraron que cuando se examinan por separado los niveles de consumo de alcohol en edades de 18 a 40 años y después de 40 años de edad, éstos se relacionaban con el riesgo de cáncer de mama. La asociación con el consumo de la vida adulta aún persisten incluso después de controlar el consumo de alcohol después de los 40 años.
Los datos también mostraron que la frecuencia de consumo excesivo de alcohol, pero no de la bebida, también se asociaba con el riesgo de cáncer de mama después de controlar el consumo de alcohol acumulado.
Estrógenos
Los autores añaden que, aunque el mecanismo exacto de la asociación entre el consumo de alcohol y el cáncer de mama no se conoce todavía, una explicación probable puede implicar efectos del alcohol sobre los niveles circulantes de estrógenos.
Según los investigadores, «este estudio proporciona una evaluación exhaustiva de la relación entre el consumo de alcohol y el riesgo de cáncer de mama en términos de tiempo, frecuencia, cantidad y tipos de alcohol en una gran cohorte prospectiva con información detallada sobre los factores de riesgo de cáncer» Por eso, subrayan la importancia de considerar la exposición de por vida en la evaluación de los efectos del alcohol, y probablemente otros factores dietéticos, en el proceso de carcinogénesis. «Sin embargo, una persona tendrá que sopesar los riesgos del consumo moderado de alcohol sobre el desarrollo del cáncer de mama y los efectos beneficiosos sobre la enfermedad cardiovascular».
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