La Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) estima que a finales de 2011 han conseguido dejar de fumar en España unas 800.000 personas y, al menos, tres millones y medio intentaron abandonar el hábito tabáquico gracias a medidas como el aumento de precios, la aparición de las advertencias sanitarias con imágenes en las cajetillas de tabaco, la crisis económica y la entrada en vigor de la reforma de la Ley Antitabaco.
Según ha calculado del Grupo de Abordaje al Tabaquismo (GAT) de la semFYC -sociedad científica que representa a más de 20.000 profesionales de Atención Primaria-, solo la Ley ha motivado que la prevalencia de tabaquismo cayera entre un 2 y un 4 por ciento al prohibirse su consumo en espacios cerrados de hostelería. "Eso, ya de entrada, supone al menos 300.000 exfumadores", asegura el doctor Plácido Gascó, coordinador del GAT.
Respecto al impacto de la subida de los precios, desde el GAT consideran que un incremento de los impuestos del 10 por ciento podría haber conseguido un aumento de entre un 3 y un 5 por ciento de las tasas anuales de abstinencia, que es la cifra habitual en los países desarrollados.
"Antes de que se aprobara la norma, en diciembre de 2009, los precios de los cigarrillos aumentaron un 12 por ciento de media. Por tanto, teniendo en cuenta que el impacto de la subida de precios suele durar entre uno 1 y 2 años, el resultado de esta medida sería que dejaron de fumar al menos 300.000 fumadores en 2011", estima Gascó.
Por otra parte, con las advertencias sanitarias gráficas, ocupando al menos la mitad de la superficie de la cajetilla, se consigue que la prevalencia baje en un 2 por ciento, lo cual se traduce en unos 200.000 exfumadores más a lo largo del pasado año.
No obstante, alertan de que no es posible dar cifras concretas sobre el efecto de la crisis en el número de personas que deja de fumar pero advierten de que en los centros de salud se ha observado que en muchos pacientes la cuestión económica ha sido determinante. "Un porcentaje apreciable de fumadores disminuye el numero de cigarrillos, otros mantienen el consumo pero se pasan a una marca de menor precio y otros pasan a pipa o a tabaco de liar", explican.
AL FINAL, 600.000 MENOS
Sin embargo, los datos se reducen si se tiene en cuenta que unos 100.000 jóvenes se inician cada año en el consumo en España y otros 100.000 fumadores que lo habían dejado recaen. Esto significa que en 2011 hay aproximadamente 600.000 fumadores menos que en 2010, porque a los 800.000 abandonos con éxito hay que restar los 200.000 que recaen y los que se inician.
Este datos coincide con el dado hace unas semanas por el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT) que calculaba que unas 600.000 las personas habían dejado de fumar desde el pasado día 2 de enero, fecha en la que se prohibía fumar en todos los espacios públicos cerrados.
Pese a que los datos se ven reducidos, Gascó subraya también que en los últimos años es cada vez mayor el número de fumadores que hace intentos serios de dejar de fumar. En 2009 fueron 2,5 millones, en el 2010 la cifra fue de 3,1 millones y este año la cifra ha ascendido a 3,6 millones.
"Esto se sustenta también en el impacto de la crisis económica y se apoya en que ha habido un descenso del consumo del 17 por ciento, lo cual equivale a 570 millones de cajetillas de tabaco. El tabaco de liar se ha reducido en un 6,6 por ciento, equivalente a 16 millones de cajetillas. Estas cifras para nada se compensan con el incremento de las otras labores de tabaco. Por eso decimos que el descenso neto de cajetillas es en números redondos de algo más de 500 millones de cajetillas de tabaco", concluye.
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