jueves, 5 de enero de 2012

El herpes genital se reactiva a pesar de tomar fármacos



La infección por el virus del herpes simple es una epidemia global. El 20% de la población de Europa y EEUU está infectada y esto aumenta el riesgo de contraer también el VIH. A pesar de la utilización de fármacos contra el herpes genital durante las pasadas dos décadas, su prevalencia y sus complicaciones siguen siendo las mismas. ¿Por qué? Una investigación demuestra que la terapia no evita los brotes recurrentes y que aunque se tomen medicamentos, la infección se reactiva.
Los síntomas del virus del herpes simple (HSV-2) incluyen úlceras en la piel o en las mucosas de las membranas de la boca, los labios o los genitales. Aunque muchos no notan estas señales ni manifiestan síntomas, aún así puede transmitir el virus a sus parejas sexuales.
Un equipo de los Departamentos de Medicina y Epidemiología de la Universidad de Washington (EEUU) han estudiado en 113 pacientes tres terapias estándar para tratar el herpes genital. Compararon los fármacos aciclovir y valacilovir entre ellos y a distintas dosis y también con pacientes que no recibían medicación.
Y lo que vieron, según publican en la revista 'The Lancet', es que el tratamiento reduce los síntomas y mejora el bienestar del paciente, pero no consigue que el virus deje de replicarse y que, de vez en cuando, brote. Estos episodios infecciosos son tres veces más recurrentes de lo que se pensaba y aproximadamente el 50% de las reactivaciones duran menos de 12 horas.
Una vez que uno está infectado, el HSV-2 se esconde en el sistema nervioso y se va activando periódicamente. Es en estos brotes cuando sale de su escondite y llega a la piel causando las lesiones visibles. El fármaco más efectivo, la dosis más alta de valaciclovir (un gramo, tres veces al día) reduce un 48% las posibilidades de que aparezcan estos eczemas cutáneos durante los brotes, pero no que éstos se produzcan, con una frecuencia de unos 16-20 por año.
"Nuestro trabajo indica que la terapia no logra suprimir la liberación de viriones (partículas del virus) en el tracto genital. Por lo tanto se necesitan otras estrategias terapéuticas y preventivas para controlar la propagación del virus. Es una cuestión de salud pública", indica Christine Johnston, de la Clínica de Investigación Virológica de la Universidad de Washington (EEUU) y coordinadora del trabajo.
En un comentario que acompaña al estudio, los doctores Philippe Van de Perre y Nicolas Nagot, de la Universidad de Montpellier (Francia), señalan que "a la vista de estos resultados, al descubrir que el tratamiento no previene la transmisión se debería pedir a estos pacientes que usaran el preservativo y tuvieran prácticas sexuales seguras, porque de momento, es lo único que puede evitar pasar el virus a la pareja".
Asimismo señalan que hay "herramientas de control alternativas, como vacunas terapéuticas, que están en desarrollo, pero la falta de modelos animales para probaralas y la falta de acuerdo entre el sector farmacéutico y el sector público tiene las investigaciones paradas".

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