Una de cada cuatro personas padecerá en su vida una enfermedad mental y se estima que el 15% de los españoles mayores de 70 años sufre algún tipo de demencia. Estos datos se han hecho públicos con motivo del Día de la Enfermedad Mental y demuestran la capital relevancia que tienen las enfermedades mentales en nuestro mundo por lo que es vital una prevención, diagnóstico y tratamiento adecuado.
Según los últimos estudios, sólo un 5% de las personas afectadas por enfermedades mentales consigue un puesto de trabajo estable, ya que el «estigma» es la principal barrera a la que se enfrentan las personas con enfermedad mental.
Los datos también muestran que el 15% de los españoles mayores de 70 años sufre algún tipo de demencia y, dentro de ese porcentaje, se encuadran 600.000 personas que tienen alzhéimer. En general, esta enfermedad es padecida en el mundo por 30 millones de personas y se calcula que en 20 años, se doblen los afectados.
Según el director científico de la Unidad de Investigación del Proyecto alzhéimer Fundación CIEN-Fundación Reina Sofía, el doctor Pablo Martínez Martín, el coste anual de la asistencia de esta enfermedad creció un 18% en cinco años. La amenaza de la enfermedad del alzhéimer ha adquirido hace tiempo «dimensiones sociales», ha subrayado Martínez. «Evidentemente, la solución debe venir de la investigación».
Crisis
Además, la actual situación de crisis puede favorecer la aparición de nuevos trastornos mentales. En este sentido, el sufrimiento de un estrés continuado a causa de la crisis económica desembocará con toda probabilidad en un aumento de los trastornos mentales y las adicciones, según el presidente de la Sociedad Española de Patología Dual, Néstor Szerman.
Szerman ha reconocido que aún no tienen datos sobre el incremento de trastornos mentales causados por los efectos de la crisis económica, pero ha advertido de que estos trastornos «afectan sobre todo a las personas que están en situación de vulnerabilidad y que viven una situación estresante. La crisis de alguna manera tendrá consecuencias», ha augurado.
La patología dual es la concurrencia de una conducta adictiva con otros trastornos mentales, «una compleja realidad clínica que afecta a un número cada vez más importante de pacientes», según Szerman.
Paternidad
Según un estudio de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), el 65% de personas con enfermedad mental tuvo hijos después de que comenzaran sus problemas. El mismo trabajo señala que el 43% de los hijos no sabe que los padres tienen una enfermedad mental y casi el 70% de los usuarios no habla de ella con sus hijos.
Además, el 27% de los usuarios no saben con quién se quedaban sus hijos durante las hospitalizaciones y más de la mitad de los menores no vivía con sus padres y casi el 30% residía en instituciones o en acogimiento. Esta situación se acrecienta más si son las madres las que padecen enfermedad mental ya que sólo el 10% de los niños vivían con ellas y el alejamiento de los hijos era mayor, cuando un 35% de los niños vivían en instituciones y un 15% en acogimiento.
El perfil de las personas con enfermedad mental con hijos a su cargo es el de una mujer entre 41 y 50 años, soltera, casada o divorciada, con ingresos propios procedentes de pensión no contributiva, con una declaración de minusvalía del 65%, con un diagnóstico de esquizofrenia o trastorno de personalidad y con dos hijos cuya media de edad es de 10 años.
Población de riesgo
En este sentido, los hijos de padres con algún trastorno psíquico representan una de las poblaciones de mayor riesgo de desarrollar problemas psiquiátricos y sociales, pues la enfermedad mental de los progenitores durante la infancia y niñez temprana puede conducir al desarrollo de desajustes emocionales y conductuales en períodos posteriores de la vida si no existe una adecuada atención a la familia.
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