Hace unas semanas la revista British Medical Journal publicó un polémico estudio en el que se aseguraba que de los 63.942 nuevos casos de melanoma que se diagnostican cada año en Europa, 3.438 (5,4%) están relacionados con el uso cabinas de rayos ultravioleta. El informe señalaba que las personas que se broncean con este método tienen un riesgo de cáncer de piel de un 20% superior que aquellos que nunca han usado una cabina para broncearse. Este riesgo, decían los autores del informe, se duplica si se ha estado expuesto antes de los 35 años, por lo que solicitan «acciones más severas» para controlar el problema.
El trabajo acusaba directamente a las cabinas de bronceado de ser responsables de un aumento en el tumores de piel y auguraba un incremento de este tipo de cáncer en los próximos años, debido especialmente a que fue en la década de los noventa cuando empezó la moda del bronceado artificial, y como el cáncer cutáneo tiene un periodo de incubación de 20 años, ahora empiezan a surgir los primeros casos. El problema de las cabinas de rayos ultravioleta está más relacionado con una desinformación sobre cómo se deben usar -en la mayoría de los caso se emplean sin ningún tipo de fotoprotección- que sobre las deficiencias que pueden tener los aparatos.
Preguntas y respuestas
Sin embargo, todavía quedan muchas preguntas por responder en este tema: ¿hay diferencias entre tomar el sol y usar estas cabinas? ¿Qué riesgo existe de desarrollar cáncer de piel? ¿Cómo puede afectar a otras lesiones de la piel: dermatitis, envejecimiento de la piel, alergias, quemaduras, etc.? ¿Quién no debería tomar nunca rayos ultravioleta? ¿Puede una mujer embarazada tomar rayos ultravioleta? ¿Cómo se debe tomar rayos ultravioleta correctamente? ¿Dónde se pueden tomar rayos ultravioleta en España?, etc.
La rayos ultravioleta, asegura la dermatóloga Dolores Sánchez-Aguilar, tiene unos efectos beneficiosos sobre nuestro organismo -influye sobre nuestro estado de ánimo y en la síntesis de la vitamina D-, y otros perjudiciales, de los cuales algunos se pueden observar de forma inmediata -quemadura solar- otros a más largo plazo -envejecimiento y cáncer cutáneo-. Según Sánchez-Aguilar, Presidenta de la Sección Gallega de la Academia Española de Dermatología y Venereología, «en los últimos años los dermatólogos advertimos sobre estos efectos perjudiciales sobre nuestra salud y hemos influido y colaborado para establecer una normativa europea y española que permita conocer a los usuarios de las cabinas de bronceado sus efectos y las circunstancias que hay que tener en cuenta antes de exponerse a los rayos ultravioleta. La OMS -recuerda- ha equiparado el efecto perjudicial de las cabinas de rayos ultravioleta al del tabaco en relación con el cáncer de pulmón, aunque no se establece una prohibición pero si una reglamentación y la necesidad de información».
Diez cosas que debemos saber sobre los rayos ultravioleta
1. Desde la antigüedad los griegos y los romanos conocían los efectos beneficiosos de la exposición al sol; así, se utilizaba la helioterapia para el tratamiento de algunas afecciones, con el transcurso de los siglos y el desarrollo de la tecnología la medicina ha podido «aprovechar» esa parte del espectro de la luz solar que es beneficiosa para tratar algunos problemas cutáneos cuando no se podía disponer del sol.
2. Los riesgos de la exposición a los rayos ultravioleta en cabinas son superponibles a los efectos de la radiación solar. Lo que sucede es que la dosis es acumulativa; las personas que acuden de forma regular a los solárium y se exponen de forma mantenida a los rayos incrementan los riesgos, al igual que sucedería con aquellas personas que se exponen de una forma crónica a la radiación solar. La normativa establece que las cabinas de rayos ultravioleta deben de emitir por debajo de una determinada potencia y en una determinada longitud de onda.
3. A la hora de usar las cabinas de bronceado es fundamental tener en cuenta el fototipo cutáneo: no responde igual una persona de pelo oscuro, ojos oscuros y que pigmenta fácilmente con el sol que las personas de piel clara, ojos azules, pelo rubio o pelirrojos. De todas formas, la exposición a los rayos ultravioleta sin las adecuadas medidas de fotoprotección favorecerá la aparición de los efectos perjudiciales como el envejecimiento cutáneo precoz y la aparición de lesiones precancerosas y cáncer cutáneo como melanoma, carcinoma basocelular y espinocelular.
4. En los últimos años estamos asistiendo a un aumento en la incidencia del cáncer cutáneo melanoma y no melanoma, que se ha relacionado directamente con el cambio de los hábitos de exposición al sol. Se ha observado asimismo que aquellas personas que son usuarias habituales de cabinas de bronceado tienen un mayor riesgo de desarrollar un cáncer de piel en un futuro.
5. La radiación solar actúa sobre el sistema inmunológico produciendo un efecto beneficioso en diversas patologías cutáneas. En la actualidad la radiación ultravioleta se utiliza en los servicios de Dermatología para el tratamiento y control de distintas afecciones cutáneas como psoriasis, dermatitis atópica, algunos linfomas cutáneos y determinadas fotodermatosis. Siempre bajo un estricto control médico, ajustando la dosis adecuada a cada paciente y patología.
6. Algunas zonas de nuestro organismo deben de protegerse especialmente de la acción de la radiación ultravioleta como son el área genital y la cara.
7. Los menores de 18 no deben acudir a cabinas de bronceado .
8. No se recomienda el uso de cabinas de bronceado en mujeres embarazadas.
9. En cuanto al uso de las cabinas de bronceado en personas que siguen algún tipo de tratamiento, hay que tener en cuenta que algunos fármacos pueden ser fotosensibilizantes, propiciando la aparición de reacciones cutáneas fototóxicas o fotoalérgicas, en ocasiones con importante repercusión sistémica. El número de fármacos que están implicados en dichas reacciones cada vez es más numeroso, en algunas ocasiones va a influir también la susceptibilidad de cada individuo. En las unidades de fotobiología de los Servicios de Dermatología, antes de comenzar un tratamiento con fototerapia, se realiza un estudio minucioso de cada paciente. Además, en la normativa que regula el uso de cabinas de bronceado se advierte al paciente que si está tomando algún fármaco deberá consultar con su médico antes de exponerse a la radiación ultravioleta.
10. No existe ningún aval médico que se conceda a los solarium. Deben cumplir la normativa existente que se establecen en cada Comunidad Autónoma.
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