A estas alturas la mayoría de las mujeres sabe que fumar durante el embarazo puede generar ciertos problemas, como tener un aborto o dar a luz antes de tiempo. También se han registrado alteraciones en el feto por culpa del tabaco, como nacer con poco peso, sufrir ciertas anomalías congénitas o tener muerte súbita en los primeros días.
Sin embargo, poco se sabe sobre la eficacia de las terapias de sustitución de la nicotina durante el embarazo y si generan algún efecto secundario importante. Estos aspectos han sido analizados por dos estudios que concluyen que no hay suficiente evidencia científica para recomendar parches o chicles de nicotina a las embarazadas.
Aumento de gestantes que fuman
En los países desarrollados, entre un 13% y un 25% de las mujeres fuma durante el embarazo. Ese porcentaje también está aumentando entre las féminas de países de bajos o medios ingresos. Dejar el tabaco durante los meses de gestación es un tema importante para la salud de la madre y del feto. De ahí que cualquier paso para abandonar este hábito haya sido bienvenido entre médicos y pacientes.
Sin embargo, cuando se trata de terapias que se administran durante el embarazo suele ser habitual que existan menos estudios que evalúen su eficacia debido a que es más difícil llevara a cabo ensayos clínicos durante la gestación por los efectos secundarios que pueden generar ciertos fármacos al feto.
Por este motivo, y porque existe un consenso generalizado de que la terapia de sustitución de la nicotica es menos peligrosa que el tabaco, su empleo es recomendado por diferentes guía médicas. No obsntante, hasta la fecha se han realizado pocos, y pequeñas, investigaciones sobre este tema.
Los datos
Esta semana, la revista 'The New England Journal of Medicine', publica los datos de un ensayo controlado, doble ciego, para valorar la eficacia y seguridad del uso prolongado durante el embarazo de los parches de nicotina con una dosis estándar (15mg durante 16 horas). De las 1.050 mujeres que participaron en el estudio, con un embarazo entre la semana 12 y 24, aproximadamente la mitad (521) recibió la terapia con nicotina y el resto, un placebo.
Al comparar los datos de los dos grupos se observó que no había diferencias significativas en la tasa de abstinencia hasta el momento de dar a luz entre las mujeres de ambos grupos, de tal manera que en el primero un 9,4% de gestantes había dejado el tabaco frente a un 7,6% de las mujeres que habían recibido un placebo. No obstante, fueron pocas las participantes que cumplieron adecuadamente con el tratamiento: sólo un 7,2% y un 2,8% de las mujeres de cada grupo respectivamente utilizó los parches durante más de un mes.
"Las primeras recomendaciones que les hacemos a las mujeres embarazadas que fuman al comienzo de su embarazo son medidas no medicamentosas, como beber más líquidos o hacer más ejercicio y terapia conductual, que la aplican los psicólogos. Esta terapia consiste en modificar la conducta a través de refuerzos positivos y cambios de conducta", señala José Luís Doval, jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Complejo Hospitalario de Ourense.
"El parche de nicotina tiene una ventaja frente al cigarrillo y es que sólo contiene nicotina, pero ella por sí sola es un factor de riesgo importante porque genera vasoconstricción y esto da lugar a hipoxia [falta de oxígeno], lo que puede repercutir negativamente en el embrión", afirma Doval.
Aunque en este estudio no se constató un mayor riesgo de efectos adversos con esta terapia, otra investigación, publicada en la revista 'Pediatrics', muestra que los hijos de mujeres que utilizaron chicles o parches de nicotina durante el embarazo presentaban cólicos de la lactancia más frecuentemente que aquellos recién nacidos de madres que no habían fumado o empleado ninguna terapia de sustición de nicotina.
A esta conclusion llegaron los investigadores del Hospital Universitario Aarhus, en Dinamarca, tras analizar los datos de 63.000 mujeres que habían tenido un bebé entre 1996 y 2002.
En torno a 15.000 mujeres había fumado durante el embarazo, unas 1.200 habían empleado chicles o parches con nicotina y también habían fumado en algún momento de la gestación y 207 mujeres había utilizado alguna de estas terapias con nicotina pero no había fumado. La incidencia de cólicos en los bebés fue mayor entre los hijos de las mujeres que habían utilizado los parches o los chicles de nicotina (un 11% frente a un 7% en los hijos de las que no fumaban).
Revisar recomendaciones
Aunque los investigadores de este estudio, en función de sus resultados, no contraindican esta terapia durante la gestación en aquellas mujeres que no pueden dejar de fumar, sí que piden "más estudios sobre la seguridad del empleo de la terapia sustitutiva de la nicotina en el embarazo".
Una opinión similar muestra los autores del estudio 'NEJM', "nuestros resultados sugieren que las guías para dejar de fumar durante el embarazo debería revisarse y animar a utilizar sólo aquellas intervenciones que tienen una evidencia de seguridad, como la terapia conductual".
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