viernes, 9 de marzo de 2012

Coca-Cola y Pepsi cambian la receta para evitar una 'etiqueta de cáncer'


Coca-Cola y Pepsi han decidido cambiar su receta en el estado de California (EEUU) para evitar que las bebidas luzcan una etiqueta sobre el posible riesgo de cáncer relacionado con uno de sus colorantes.
El problema radica en el uso de 4-metilimidazol (4-MEI), el colorante que le da su particular color caramelizado a ambas bebidas, y que ha sido incluido por California en la lista de sustancias potencialmente cancerígenas. Así que para adaptarse a los estándares californianos y evitar la inclusión de una 'etiqueta negra', Pepsi y Coca-Cola reducirán la cantidad de dicho colorante en sus productos.
Ambas empresas, que representan el 90% del mercado de refrescos según datos del mayorista del sector Beverage Digest, han asegurado que el consumidor no notará el cambio en el sabor de la bebida.
Un portavoz de Coca-Cola España, ha asegurado a ELMUNDO.es que los consumidores pueden estar tranquilos y que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que "los riesgos del 4-MEI son inferiores a los de tomar patatas fritas". Según sus mismos cálculos, un consumidor debería tomar 18.000 latas de refresco al día durante dos años para igualar los niveles que se alcanzaron en los ensayos con animales.
Mil latas
La Asociación de Fabricantes de Bebidas de EEUU, recuerda que el estudio que ha llevado a las autoridades a incluir este colorante en dicha 'lista negra' se llevó a cabo únicamente en animales (y añade que la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria lo considera seguro para el consumo). De hecho, la agencia estadounidense que regula el mercado de los alimentos y los fármacos (la FDA), admite -manejando cálculos diferentes a los de Coca-Cola- que un ser humano debería beber 1.000 latas de cola al día para ingerir la dosis que tomaron los animales en el laboratorio.
Aún así, los dos gigantes de los refrescos, han decidido reducir la dosis del colorante 'maldito' en California para evitar una etiqueta en las latas sobre la relación de la 4-metilimidazol con el cáncer. "Aunque consideramos que no existe riesgo para el consumidor que justifique dicho cambio, les hemos solicitado a nuestros proveedores de colorante de caramelo que reduzcan los niveles de 4-metilimidazol para no tener que incluir dicha advertencia sin base científica", ha señalado Diana Garza-Ciarlante, portavoz de Coca-Cola, al diario británico 'The Guardian'.
Y aunque el cambio en la receta se ha llevado a cabo de momento únicamente en California, ambas compañías lo extenderán próximamente a todo EEUU. Pese a ello, otro portavoz de Coca-Cola, Ben Sheidler, recuerda en una nota remitida a 'Los Angeles Times' que "fuera de California, ninguna agencia reguladora considera que el 4-metilimidazol sea carcinógeno para el ser humano".
No es eso lo que opinan algunos grupos de consumidores estadounidenses que llevan desde 2001 alertando sobre los riesgos de dicho aditivo. El último en hacerlo ha sido el Centro para la Ciencia en Interés Público, que esta misma semana enviaba una carta a la FDA para pedir la prohibición de dicho colorante artificial.
En la misiva, Michael Jacobson, director de este lobby de consumidores, cita análisis en los que las latas de refresco superan cinco veces el límite de 29 microgramos de 4-MEI establecido en California y se pregunta cuánta cantidad debería considerarse apropiada. "Sospecho que la mayoría de usuarios preferiría una bebida totalmente transparente y segura, que una coloreada de caramelo con un compuesto sospechoso".
Un portavoz de Coca-Cola España explica que el 4-metilimidazol es un residuo que se forma en el proceso de tratar el azúcar para obtener caramelo, "que está presente también en tostadas, café, cervezas, snacks... y hasta 200 productos diferentes". Y añade que las latas de refresco en España tienen niveles de dicho compuesto por debajo de las 250 partes por millón que la OMS considera seguras.

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