El abogado del empresario francés que vendió implantes mamarios PIP, que según las autoridades sanitarias galas pueden romperse, ha asegurado que no se ha demostrado que sean peligrosos para la salud.
"¿Se ha demostrado científicamente que (los implantes mamarios) eran peligrosos? No", aseguró a France Info el letrado Yves Haddad, defensor del creador de la empresa Poly Implant Prothèse (PIP), Jean-Claude Mas, que está en el centro de la polémica por las prótesis que se implantaron a unas 300.000 mujeres en todo el mundo y que podrían tener un alto riesgo de rotura.
Haddad ha declarado que su cliente actuó con el único fin de incrementar sus beneficios, pero señaló que esa "iniciativa capitalista" sólo puede ser reprobada desde un punto de vista moral, aunque reconoció que hubo "una falta" en el respeto a las normas sanitarias.
"La empresa utilizaba dos productos, un gel de silicona conforme a las normas francesas, y otro producto, fabricado por PIP, que no tenía el acuerdo de las normas francesas", explicó. El abogado ha reconocido que "desde el punto de vista reglamentario había una infracción en este segundo producto".
Haddad justificó su uso "por un problema de coste y, por tanto, de beneficio". "Lo hicieron para tener más beneficio", ha afirmado el letrado, quien señaló que en una sociedad capitalista "estas cosas se hacen".
Los implantes de la empresa PIP, que destinaba el 85% de su producción a la exportación, sobre todo a Latinoamérica, están siendo retirados de las pacientes francesas que los llevaban debido al riesgo de su rotura.
En cuanto a los ocho casos de cáncer detectados en mujeres que llevaban prótesis de silicona de la marca PIP, las autoridades francesas no han presentado aún ninguna prueba que sustente una relación de causa entre los implantes y la enfermedad.
De momento, nadie ha sido imputado por el escándalo de las prótesis aunque se espera que alguna de las dos investigaciones abiertas (una por un tribunal de Marsella por supuesto fraude en la producción y otra por homicidio involuntario) ponga en unos días nombre y apellidos a las encausados.
El escándalo de las prótesis de silicona PIP podría ampliarse también a los implantes salinos del fabricante galo. Según informes de EEUU, la FDA denunció ya en el año 2000 irregularidades en la fabricación de estos productos y suspendió su comercialización ese mismo año. Sin embargo, sus advertencias no tuvieron consecuencias al otro lado del Atlántico.
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